Misión Espacial
Había una vez en un bosque encantado, una tortuga llamada Tito y un pato llamado Pancho. Ambos eran grandes amigos y siempre estaban buscando nuevas aventuras para vivir juntos.
Un día, mientras paseaban por el bosque, vieron algo brillante entre los arbustos. Era un folleto que anunciaba un concurso de cohetes espaciales. La idea de viajar al espacio exterior emocionó tanto a Tito como a Pancho que decidieron participar.
"¡Pancho, imagínate volando por las estrellas y viendo la Tierra desde arriba! Sería increíble", dijo entusiasmado Tito. "¡Sí, sería genial! Pero primero necesitamos construir nuestro cohete. ¿Qué materiales crees que necesitaremos?", preguntó Pancho pensativo.
Los dos amigos comenzaron a buscar por el bosque los materiales necesarios para construir su cohete. Recogieron ramas secas para el cuerpo del cohete, hojas resistentes para las alas y piedras brillantes para la decoración. Después de varios días de arduo trabajo, finalmente terminaron su cohete espacial improvisado.
Estaba listo para despegar hacia el espacio exterior. El día del concurso llegó y todos los animales del bosque se reunieron en una clara cerca del río para ver los cohetes despegar. Tito y Pancho estaban nerviosos pero emocionados.
Cuando llegó su turno, subieron a su cohete y se prepararon para despegar. Con un fuerte impulso, el cohete comenzó a elevarse lentamente hacia el cielo azul hasta que finalmente salió de la atmósfera terrestre.
"¡Estamos volando, Tito! ¡Estamos realmente volando!", gritaba Pancho emocionado mientras miraba por la ventana del cohete. "¡Es asombroso! ¡Mira qué pequeños se ven todos desde aquí arriba!", respondió Tito maravillado.
De repente, una luz brillante rodeó al cohete y fueron transportados a través de un portal dimensional hacia un mundo desconocido lleno de colores brillantes y criaturas extrañas. "¡Esto es increíble! Nunca imaginé que podríamos vivir algo así", expresó Tito sorprendido mientras observaba maravillado todo lo que les rodeaba.
Después de explorar este nuevo mundo durante horas, decidieron regresar a casa antes de que anocheciera en el bosque encantado. Con un último impulso, el cohete emprendió su regreso a casa dejando atrás aquel lugar mágico e inexplorado.
Finalmente, cuando aterrizaron suavemente en la clara cerca del río donde todo comenzó, fueron recibidos con aplausos y felicitaciones por parte de todos los animales del bosque. Habían logrado cumplir su sueño de viajar al espacio exterior juntos gracias a su ingenio y valentía.
Desde ese día en adelante, Tito y Pancho se convirtieron en héroes locales inspirando a otros animales del bosque a soñar en grande y nunca rendirse ante los desafíos que se presenten en sus vidas.
Juntos demostraron que con amistad, trabajo en equipo y determinación no hay límites ni fronteras imposibles de superar.
FIN.