Moana y el Viaje del Agua
Era un día radiante en la isla de Motunui. Moana estaba explorando la playa junto a su amigo Pua, el cerdito. Mientras caminaban, vieron que los niños del pueblo estaban reunidos y un poco preocupados.
"¿Qué pasa, chicos?" - preguntó Moana, acercándose.
"La lluvia ha sido escasa este año y no sabemos de dónde vendrá el agua para nuestras plantas. ¡Estamos muy preocupados!" - respondió Tama, un niño del pueblo.
Moana pensó que era el momento perfecto para enseñarles sobre el ciclo del agua y cómo funciona.
"¡Chicos! No se preocupen. ¡Vamos a aprender juntos sobre el ciclo del agua!" - dijo con entusiasmo.
Todos los niños se acercaron, intrigados por lo que Moana tenía para compartir.
"Primero, el agua que vemos en los ríos, el mar y en los lagos se evapora cuando hace calor. Cuando el sol brilla, el agua caliente sube al cielo en forma de vapor. ¡Eso se llama evaporación!" - explicó Moana, mientras señalaba al sol brillante.
"¿Pero a dónde va el vapor?" - preguntó Lani, una niña con grandes ojos curiosos.
"¡Gran pregunta! El vapor se convierte en nubes cuando se enfría y se condensa. ¡Así que las nubes son en realidad agua!" - explicó Moana, levantando los brazos en un gesto amplio.
El grupo miró al cielo y vieron algunas nubes esponjosas.
"¿Y después de las nubes?" - preguntó Pua, moviendo su cola.
"Después, cuando las nubes se llenan de agua, se convierten en lluvia. Entonces, el agua cae nuevamente a la tierra en forma de lluvia. Eso se llama precipitación. ¡Es como si el cielo nos estuviera dando agua!" - dijo Moana, mientras se reía. Los niños rieron con ella.
De repente, un viento fuerte comenzó a soplar, y las nubes en el cielo se oscurecieron.
"¡Miren! ¡Está a punto de llover!" - gritó Lani emocionada.
La lluvia comenzó a caer suavemente, y todos los niños levantaron sus manos al cielo. Moana continuó explicando su historia.
"Una vez que el agua llega a la tierra, puede fluir por los ríos y ser absorbida por las plantas. ¡Así es como las plantas crecen y producen alimentos!" - ella elaboró.
Pero de repente, un trueno retumbó y ellos se asustaron.
"No se preocupen, eso es solo el sonido de la lluvia cayendo. Pero sí necesitamos cuidar cada gotita de agua. Y también debemos recordar siempre a dónde va esa agua después de que llueve." - dijo Moana con voz tranquilizadora.
"¿Qué pasa con el agua que no se queda en la tierra?" - inquirió Tama, frunciendo el ceño.
"¡Buena pregunta! El agua puede infiltrarse en el suelo, convertirse en agua subterránea y regresar a los ríos y al mar de nuevo. Luego, el ciclo comienza otra vez a medida que el agua se evapora. ¡Es un ciclo interminable!" - explicó Moana mientras caminaban bajo la lluvia.
Cuando terminó de hablar, la lluvia paró y un arcoíris apareció en el cielo.
"¡Miren! ¡El sol volvió a brillar!" - exclamó Lani.
"Sí, y es un espectáculo maravilloso. Así como el ciclo del agua, ya que a veces necesitamos pasar por momentos de lluvia para poder ver cosas hermosas. ¡Nunca olviden que el agua es un tesoro!" - dijo Moana, viendo cómo los colores del arcoíris se reflejaban en los ojos de sus amigos.
Todos los niños estaban emocionados por lo que habían aprendido.
"Vamos a cuidar nuestra isla y cada gota de agua. ¡Podemos recoger agua de lluvia y ayudar a las plantas a crecer!" - sugirió Pua.
"¡Exacto, amigos! ¡Celebremos el ciclo del agua y aprendamos a cuidarlo!" - concluyó Moana con una sonrisa.
Desde ese día, los niños de Motunui no solo entendieron el ciclo del agua, sino que también se comprometieron a cuidar su isla y su naturaleza. Así, Moana no solo les enseñó sobre la lluvia y el sol, sino también cómo ser guardianes del agua que regaba sus vidas.
FIN.