Molle and the Missing Duckling
Había una vez en la hermosa ciudad de Córdoba, un dulce y carismático bebé llamado Molle.
Desde el día en que nació el 10 de julio, sus ojos color miel y su mirada profunda conquistaron los corazones de todos a su alrededor. Molle era un niño muy activo, siempre lleno de energía y curiosidad. Desde temprana edad mostraba una gran pasión por el agua, así que todos sabían que sería un futuro nadador.
Un día soleado, mientras Molle jugaba en el parque con sus amigos, se acercó a él un patito amarillo. El patito parecía estar perdido y asustado.
Molle lo tomó entre sus brazos y le dijo: "No te preocupes pequeño patito, yo cuidaré de ti". Desde ese momento, Molle decidió llamar al patito —"Pato" . Juntos se convirtieron en inseparables compañeros de aventuras. Pato seguía a Molle a todas partes: al parque, a la piscina e incluso a la playa.
Un día, mientras disfrutaban del sol en la playa junto al mar azul cristalino, Pato desapareció repentinamente. Molle buscó por todas partes pero no pudo encontrarlo. Estaba muy triste y preocupado.
De repente, apareció una simpática tortuga llamada Toto nadando hacia él. Toto notó las lágrimas en los ojos de Molle y le preguntó qué había pasado. Molle explicó cómo había perdido a su querido amigo Pato.
Toto sonrió amablemente y dijo: "No te preocupes Molle, te ayudaré a encontrar a Pato". Juntos comenzaron la búsqueda en el mar. Nadaron por cuevas y recorrieron arrecifes de coral, pero no encontraban señales de Pato por ningún lado.
Justo cuando parecía que todo estaba perdido, Toto y Molle escucharon un débil "¡Cuac!" proveniente de una pequeña isla cercana. Corrieron hacia allí y encontraron a Pato atrapado entre las ramas de un árbol caído. Molle y Toto trabajaron juntos para liberar a Pato.
Una vez libre, Molle abrazó con fuerza a su querido amigo y le prometió nunca dejarlo solo otra vez. Desde aquel día, Molle aprendió una valiosa lección sobre la importancia de cuidar y proteger a los seres queridos.
Comprendió que la amistad verdadera es capaz de superar cualquier obstáculo. Molle siguió creciendo feliz junto a sus amigos Pato y Toto. Se convirtió en un nadador talentoso e incluso ganó muchas competencias acuáticas representando orgullosamente a Córdoba.
La historia del dulce niño Molle nos enseña que el amor, la amistad y el trabajo en equipo son fundamentales para alcanzar nuestros sueños. Y así, nuestro pequeño héroe demuestra al mundo que grandes aventuras pueden surgir desde los más tiernos comienzos. -Fin-
FIN.