Moon Amapola y el Ojo Bajo



Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas verdes y ríos cristalinos, una niña llamada Moon Amapola. Era conocida por su risa contagiosa y su amor por la naturaleza. A su alrededor, todos los días, se escuchaban cantos de pájaros y risas de amigos jugando en las plazas. Pero lo que hacía especial a Moon no era solo su alegría, sino su curioso ojo bajo, que le permitía ver cosas que otros no podían.

Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, Moon se encontró con un pequeño arroyo lleno de piedras de todos los colores. "¡Mirá, mamá!"- exclamó emocionada, al ver cómo el agua reflejaba los colores de las piedras.

"Son muy bonitas, Moon. ¡Recoge algunas para que las veamos juntas!"- respondió su madre desde la distancia. Pero tan ensimismada estaba Moon que no escuchó. Se agachó y comenzó a recoger las piedras más brillantes.

Cuando levantó la vista, vio algo inesperado: un pequeño bicho con alas de colores brillantes. "¡Hola, bicho!"- lo saludó. "¿Cómo te llamás?"-

"Soy Lino, el Hada del Río"- contestó el hada, sorprendida de que una niña la pudiera ver. "Normalmente, solo los que tienen un ojo especial pueden verme, como tú.

"¿Yo tengo un ojo especial?"- se preguntó Moon, mirando con curiosidad.

"Sí, se llama el ojo bajo. Te permite ver la belleza de este mundo y descubrir secretos que otros no pueden ver. Pero también conlleva una gran responsabilidad: debes usarlo para ayudar a la naturaleza y a los demás"- explicó Lino.

Moon, emocionada por su nuevo descubrimiento, decidió que usaría su ojo bajo para cuidar de todo lo que la rodeaba. "¡Voy a ser la mejor cuidadora del bosque!"- exclamó.

Un día, mientras caminaba por el bosque, escuchó un suave sollozo. "¿Quién está allí?"- preguntó, siguiendo el sonido. Para su sorpresa, encontró a una pequeña ardilla atrapada entre unas ramas.

"Ayuda, por favor. No puedo salir"- lloró la ardilla. Moon, usando su ojo bajo, vio la forma más fácil de liberar a la ardilla sin lastimar las ramas.

"No te preocupes, ¡te ayudaré!"- le dijo Moon, y con mucho cuidado, logró liberar a su nueva amiga.

"¡Gracias! Eres muy valiente y amable"- dijo la ardilla mientras le daba un abrazo. "Si alguna vez necesitas ayuda, no dudes en llamarme".

Pasaron los meses, y Moon siguió explorando el bosque, siempre dispuesta a ayudar a cualquier criatura que lo necesitara. Sus amigos del pueblo empezaron a notar su talento especial.

"Moon, ¿te gustaría ayudarnos a cuidar el parque?"- le preguntó un niño llamado Lucas en uno de sus juegos.

"¡Sí! Juntos haremos el lugar más hermoso"- respondió con entusiasmo.

Y así, Moon comenzó a organizar con sus amigos limpiezas, plantaciones de árboles y cuidado de los animales. Gracias a su ojo bajo, podían ver lo que hacía falta y cómo ayudar de la mejor manera.

Pero un día, una tormenta fuerte azotó el pueblo. Vientos huracanados derribaron árboles y provocaron desbordes en los ríos. Todo el mundo estaba preocupado y no sabían qué hacer. Moon sintió que era el momento de actuar.

"Amigos, necesitamos organizar un equipo de rescate. Sabemos cómo cuidar nuestro entorno, debemos ayudar a nuestras criaturas y a las personas"- les dijo y todos, preocupados pero animados, comenzaron a trabajar.

Combinaron sus fuerzas para construir refugios, rescatar animales, y limpiar los caminos llenos de escombros. Así, Moon Amapola, con su ojo bajo y el corazón valiente, logró unir a amigos y vecinos para superar el desafío.

Después de la tormenta, el pueblo estaba devastado, pero juntos lograron recuperar la belleza del lugar a dura lucha y esfuerzo. Y desde entonces, Moon se convirtió en la guía de su comunidad, enseñando a todos a cuidar y respetar la naturaleza.

"El ojo bajo es un regalo, que debe ser usado para el bien"-. En cada rincón del bosque, cada vez que veían un nuevo brote, recordaban que Moon Amapola era la verdadera guardiana de los secretos del bosque.

Y así, las historias de Moon y su especial ojo bajo se contaron por generaciones, inspirando a niños y adultos a ser parte del cuidado de la naturaleza, siempre con amor y unión.

Fin.

FIN.

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