More y el Gran Concurso de Ballet



En un pintoresco barrio de Buenos Aires, vivía una nena llamada More Sosa. Ella era conocida por ser muy bien portada y amaba bailar ballet. More tenía un cabello larguísimo que brillaba al sol, como si estuviera hecho de hilos de oro. Su mejor amiga, Emilia, que era igual de dulce y divertida, siempre la acompañaba en sus aventuras.

Una tarde, después de clase de ballet, More y Emilia paseaban por el parque cuando vieron un cartel brillante.

"¡Mirá, Emilia!" - exclamó More. "Hay un Gran Concurso de Ballet en el Teatro Nacional. ¡El ganador tendrá la oportunidad de bailar con una famosa compañía!"

Emilia sonrió de oreja a oreja. "¡Debemos participar! Será divertido, además, siempre hemos soñado con bailar juntas en un escenario grande."

More estaba un poco nerviosa. "Pero, ¿y si no ganamos?" - preguntó, mirando el cartel con incertidumbre.

"No se trata solo de ganar, More. Se trata de pasarla bien y disfrutar del baile. ¡Vamos!" - respondió Emilia animada.

Al día siguiente, decidieron comenzar a prepararse. Practicaron en el jardín de More, dando vueltas y saltando. More se sentía feliz cuando bailaba, y su cabello se movía como una hermosa ola dorada.

No obstante, a medida que se acercaba la fecha del concurso, algunos de los chicos de la escuela se burlaban de ellas.

"¿Qué se creen? ¿Que pueden bailar en un escenario grande?" - se reía uno de los chicos.

More se sintió herida por los comentarios. "Tal vez tengan razón, Emilia..."

Pero Emilia, siempre optimista, tomó la mano de More. "¡No les hagas caso! Ellos no conocen el esfuerzo y la dedicación que le ponemos al baile. Además, ¡somos las mejores en lo que hacemos!"

Con esas palabras, More recuperó la confianza. Continuaron practicando juntas, sacando tiempo incluso los fines de semana. En su ciudad, More y Emilia decidieron que harían una coreografía que contara una historia: la historia de dos princesas que se enfrentaban a dragones y volaban sobre los campos de flores.

El día del concurso llegó y el ambiente del teatro era electrizante. More y Emilia estaban nerviosas, pero también emocionadas. Al ver a los otros participantes, algunas bailarinas eran mucho más grandes y experimentadas.

"Mirá cómo se visten, ¡parecen profesionales!" - dijo More, mirando su disfraz y sintiendo un escalofrío.

Emilia sonrió, decayendo en el mismo sentimiento. "No dejes que eso te ponga nerviosa. Nosotras tenemos algo especial: nuestra amistad y la historia que contamos con nuestro baile."

Cuando llegó su turno, subieron al escenario. El público las miraba expectante. En ese instante, More sintió que sus pies se volvían ligeros. Al comenzar a bailar, la música las envolvió y se sintieron como en casa. El ballet se convirtió en un relato donde las princesas eran valientes y fuertes, enfrentando cada desafío juntas.

Al terminar, recibió una ovación estruendosa. En el fondo, More sintió que, más allá del resultado, habían logrado algo importante: apostar por su pasión y disfrutar juntas del momento.

Finalmente, el jurado anunció a las ganadoras y, aunque no fueron ellas, sí recibieron un especial reconocimiento por su creatividad.

"¡Lo hicimos, More!" - gritó Emilia, mientras abrazaban a su familia que las esperaba con banderitas decoradas.

"Sí, ganamos una nueva experiencia y sobre todo, nos tenemos la una a la otra. Eso es lo que importa" - respondió More con una gran sonrisa.

Desde ese día, More y Emilia siguieron bailando, con el sueño de algún día volver a participar en otro concurso. Aprendieron que lo más valioso era el esfuerzo, la amistad, y el amor por el arte, lo que las haría siempre verdaderamente ganadoras.

FIN.

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