Morgana y la magia del amor
Había una vez en un bosque encantado, una bruja llamada Morgana que era temida por todos los habitantes del lugar.
La gente decía que poseía una magia oscura y maligna, y que había lanzado maldiciones terribles a quienes se atrevían a desafiarla. Un día, mientras paseaba por el bosque, la bruja se encontró con una pequeña hada llamada Luna.
Al principio, Morgana quiso hacerle daño a la hadita por ser tan frágil e indefensa, pero al ver su ternura y fragilidad cambió de opinión. Luna le explicó que ella no tenía miedo de las brujas ni de sus hechizos porque creía en el poder del amor y la bondad.
Además, le contó acerca de su misión como hada: ayudar a las criaturas del bosque a encontrar la felicidad. Morgana quedó fascinada con las palabras de Luna y comenzaron a hablar durante horas sobre sus vidas y experiencias.
Poco a poco, la bruja empezó a darse cuenta de lo solitaria que estaba y cómo su odio hacia los demás sólo empeoraba su situación.
Gracias al encuentro con Luna, Morgana aprendió que aunque tener poder es importante en ciertas situaciones, también es necesario tener humildad para reconocer nuestros errores y aprender de ellos. A partir de ese momento, Morgana comenzó un viaje interno hacia la transformación personal. Empezó por pedir disculpas públicas por todas las maldiciones lanzadas anteriormente y ofreció ayuda para reparar todo el daño causado.
Con el tiempo fue ganándose nuevamente la confianza del pueblo y se convirtió en una de las personas más queridas del lugar.
Luna, por su parte, continuó ayudando a todos los seres del bosque a encontrar la felicidad y el amor. La moraleja de esta historia es que siempre hay esperanza para cambiar nuestras actitudes negativas y mejorar como personas. Además, no debemos juzgar a los demás sin conocerlos primero.
FIN.