Morgana y la Transformación Mágica
Había una vez una bruja llamada Morgana que vivía en un pequeño pueblo. A diferencia de las demás brujas, a Morgana le encantaba hacer experimentos para cambiar su personalidad y sus rasgos físicos.
Un día, mientras estaba preparando una poción mágica, se dio cuenta de que no estaba contenta con su timidez. Decidió mezclar ingredientes especiales para crear una poción que la hiciera más extrovertida y segura de sí misma.
Después de beber la poción, Morgana se sintió diferente. Se volvió muy habladora y comenzó a hacer chistes a todos los habitantes del pueblo.
Al principio, todos se sorprendieron por el cambio repentino en su personalidad, pero luego empezaron a disfrutar de la compañía de la nueva Morgana. Sin embargo, pronto descubrió que su nuevo rasgo no era tan maravilloso como pensaba. La gente comenzó a cansarse de sus bromas constantes y algunos incluso se sentían heridos por sus comentarios hirientes.
Morgana se dio cuenta de que había ido demasiado lejos al intentar cambiar quién era. Entonces decidió buscar una solución para revertir el efecto de la poción y volver a ser ella misma. Desafortunadamente, ninguna receta parecía funcionar.
Desesperada, acudió a la sabia anciana del pueblo en busca de ayuda. La anciana le dijo: "Morgana, no puedes cambiar quién eres por completo. Todos tenemos cualidades únicas que nos hacen especiales".
Le sugirió que aceptara tanto sus fortalezas como sus debilidades y aprendiera a amarse tal como era. Morgana se dio cuenta de que la anciana tenía razón.
Decidió disculparse con todos los habitantes del pueblo por su comportamiento y les explicó cómo había intentado cambiar su personalidad para encajar. Todos aceptaron sus disculpas y le recordaron que siempre habían apreciado a Morgana tal como era, con sus virtudes y defectos. La bruja aprendió una valiosa lección sobre la importancia de ser auténtica y amarse a sí misma.
Desde ese día en adelante, Morgana dejó de buscar pócimas mágicas para cambiar su personalidad o rasgos físicos. En cambio, decidió enfocarse en desarrollar su verdadero potencial y utilizar sus habilidades mágicas para ayudar a los demás.
Mientras tanto, el pueblo aprendió a valorar la individualidad de cada persona y a no juzgar por las apariencias exteriores. Todos vivieron felices sabiendo que lo más importante es aceptarnos tal como somos.
Y así, Morgana se convirtió en una bruja querida por todos, no solo por su magia, sino también por ser auténtica y amable. Fin.
FIN.