Muñecas de maíz



La niña se llamaba Martina y vivía en una pequeña casa de campo con su mamá y sus dos hermanos.

A pesar de que no tenían mucho dinero, Martina siempre encontraba la forma de divertirse con lo que tenía a mano. Le encantaba jugar a las muñecas, pero como no tenía ninguna, usaba palitos y hojas para crear sus propios juguetes.

Un día, mientras caminaba por el campo en busca de algo nuevo para jugar, llegó hasta un maizal gigante. Allí fue donde se le ocurrió la idea más loca e increíble: usar las mazorcas de maíz como si fueran muñecas. Martina comenzó a elegir cuidadosamente cada mazorca que encontraría en el maizal.

Buscó las más grandes y redondas para hacer las cabezas y luego eligió otras más pequeñas para los cuerpos. Con ramitas delgadas creó brazos y piernas, y con hojas secas hizo vestidos coloridos.

Cuando terminó su obra de arte, Martina estaba muy emocionada por tener sus propias muñecas hechas a mano. Pero lo mejor aún estaba por venir: cuando comenzó a jugar con ellas descubrió que podía inventar historias maravillosas sobre princesas valientes, hadas mágicas y animales fantásticos.

"Hola princesa Sofía ¿quieres ser mi amiga?"- dijo Martina sosteniendo una de sus nuevas muñecas. "Sí claro"- respondió ella moviendo su cabeza hecha de maíz. Así empezaron a compartir aventuras imaginarias juntas durante horas.

Pero un día llegó una tormenta fuerte y destruyó todo el maizal. Martina se sintió triste al ver que sus muñecas hechas de mazorcas estaban rotas o perdidas en la lluvia. "No importa, ahora puedo hacer nuevas muñecas con piedras"- pensó Martina.

Ella no dejó que la adversidad la detuviera y siguió jugando e imaginando historias con lo que tenía a mano. Con el tiempo, Martina creció y se convirtió en una mujer muy creativa e ingeniosa.

Siempre recordaba su infancia divertida y llena de aventuras imaginarias, donde aprendió que las cosas más simples pueden ser las más valiosas. Y aunque ya no hacía muñecas de maíz, seguía creando cosas increíbles con su imaginación desbordante.

FIN.

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