Muro de Solidaridad


Había varias casas cerca del río y en una noche con mucha lluvia, el agua comenzó a subir peligrosamente. Los vecinos estaban preocupados por lo que podría pasar si el agua seguía subiendo.

- ¡Oh no! ¿Qué vamos a hacer si el agua sigue subiendo? - preguntó Martina, preocupada. - Tranquila Martina, tenemos que mantener la calma y pensar en una solución - respondió su vecino Juan.

Mientras tanto, las aguas seguían creciendo y pronto comenzaron a inundar algunas de las casas cercanas al río. Los vecinos se dieron cuenta de que tenían que actuar rápido para evitar que sus hogares también fueran afectados.

- ¡Tenemos que hacer algo antes de que sea demasiado tarde! - exclamó Ana, quien vivía en una casa muy cercana al río. Los vecinos se reunieron rápidamente para discutir posibles soluciones.

Decidieron trabajar juntos para construir un muro de contención con sacos de arena para detener el avance del agua hacia sus hogares. - ¡Vamos todos a buscar sacos de arena y manos a la obra! - gritó Juan liderando la iniciativa. Todos los vecinos se pusieron manos a la obra y trabajaron duro toda la noche construyendo el muro de contención.

A medida que avanzaban, iban notando cómo el nivel del agua empezaba a bajar lentamente hasta llegar finalmente al nivel normal del río.

- ¡Lo logramos! Gracias al esfuerzo conjunto pudimos evitar daños mayores - exclamó Ana emocionada mientras abrazaba a sus vecinos. Desde ese día, los vecinos aprendieron la importancia de trabajar juntos y la solidaridad en momentos difíciles.

También se dieron cuenta de que, con esfuerzo y trabajo duro, pueden superar cualquier obstáculo que se les presente. Y así, el muro de contención construido por los vecinos cercanos al río se convirtió en un símbolo de unión y colaboración entre ellos.

Cada vez que lo veían recordaban la importancia de trabajar juntos para lograr grandes cosas.

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