Nacho y su Guitarra



Había una vez un niño llamado Nacho, quien desde muy pequeño mostró gran interés y pasión por la música. Siempre que escuchaba alguna canción, no podía evitar mover sus pies y su cuerpo al ritmo de la melodía.

Un día, mientras estaba en el parque jugando con sus amigos, escuchó a lo lejos el sonido de una guitarra. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia donde provenía el sonido y encontró a un músico callejero tocando algunas canciones populares.

Nacho se quedó hipnotizado por la música y no pudo resistir la tentación de acercarse para preguntarle al músico cómo hacía para tocar tan bien.

El músico, al ver el entusiasmo del niño, le prestó su guitarra y le enseñó algunos acordes básicos. Desde ese momento, Nacho supo que quería aprender a tocar la guitarra como aquel músico callejero. Así que todos los días después de clases iba directamente a casa para practicar durante horas.

Sin embargo, pronto se dio cuenta de que aprender a tocar un instrumento no era fácil y requería mucha disciplina y esfuerzo. A pesar de las dificultades, Nacho nunca perdió su entusiasmo y siguió practicando con dedicación.

Un día, mientras caminaba por la calle con su guitarra en mano, se encontró con un grupo de niños mayores que comenzaron a burlarse de él por ser tan joven e inexperto en la música.

Nacho se sintió triste y desanimado ante las burlas de los demás niños. Pero entonces recordó algo importante: que lo más importante era su amor por la música y no lo que los demás pensaran de él. Así que decidió seguir adelante con sus sueños y nunca rendirse.

Con el tiempo, Nacho se convirtió en un excelente guitarrista y comenzó a tocar en pequeñas presentaciones locales. Su pasión por la música había dado frutos gracias a su esfuerzo y dedicación.

Y así, Nacho demostró que cuando uno tiene un sueño y trabaja duro para lograrlo, nada puede impedirle alcanzar sus metas. Y aunque hubo momentos difíciles en el camino, siempre supo mantenerse firme en sus convicciones y seguir adelante.

"Nunca te rindas ante las dificultades ni permitas que los demás te hagan sentir menos por tus sueños", le dijo Nacho a un niño pequeño que lo escuchaba tocar con admiración. Desde ese día, aquel niño también decidió perseguir su propio sueño con entusiasmo y dedicación.

FIN.

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