Nacimiento en el aire


Era un día soleado y caluroso en Buenos Aires, Argentina. La señora Ana estaba muy emocionada porque iba a visitar a su familia en Córdoba. Pero de repente, empezó a sentir dolores intensos en su vientre.

- ¡Auxilio! -gritó la señora Ana-. ¡Creo que mi bebé va a nacer! Los pasajeros del avión se pusieron nerviosos al escuchar eso. El capitán llamó por radio a la torre de control para pedir ayuda médica.

- Tranquila señora -dijo una azafata-. Vamos a ayudarla. ¿Tiene todo lo necesario para el parto? La señora Ana asintió con la cabeza mientras respiraba profundamente y trataba de mantener la calma.

En ese momento apareció el doctor Juan, quien estaba sentado cerca de ella. Él se ofreció para ayudar en el parto. - ¡Gracias, doctor! -exclamó la señora Ana-, estoy muy asustada.

El doctor Juan le explicó los pasos que debían seguir y cómo tenía que respirar durante las contracciones. Mientras tanto, los demás pasajeros intentaban distraerse con películas o música para no estresarse más de lo necesario.

Pero después de unos minutos, algo inesperado ocurrió: el avión comenzó a tener problemas técnicos y tuvo que hacer un aterrizaje forzoso en una pista cercana. - ¡Oh no! -exclamaron los pasajeros al mismo tiempo-. ¿Qué vamos hacer ahora? El personal del aeropuerto acudió rápidamente al lugar del accidente para brindar auxilio y evacuar al resto de los pasajeros.

Pero la señora Ana, el doctor Juan y las azafatas se quedaron dentro del avión para continuar con el parto. Finalmente, después de varios minutos de esfuerzo, la señora Ana dio a luz a un hermoso bebé varón.

- ¡Felicidades! -exclamó el doctor Juan mientras sostenía al recién nacido-. Es un niño saludable y fuerte. La alegría invadió a todos los presentes en ese momento tan especial.

La señora Ana lloraba emocionada mientras abrazaba a su hijo por primera vez. Pero aún no había terminado todo: el avión debía ser evacuado lo antes posible debido al peligro que representaba para los pasajeros y tripulación.

Entonces, las azafatas hicieron uso de sus conocimientos sobre primeros auxilios para ayudar a la nueva mamá y su bebé a salir con seguridad del avión. Después de una larga jornada llena de emoción y tensión, finalmente llegaron al hospital donde fueron atendidos por profesionales médicos.

Allí recibieron todas las atenciones necesarias para recuperarse del estrés del parto y descansar tranquilamente. - ¿Cómo vamos a llamarlo? -preguntó el doctor Juan cuando visitó a la familia en el hospital-. - Lo llamaremos Tomás -respondió la señora Ana sonriendo-.

Porque significa —"gemelo"  en hebreo, ya que mi esposo tiene un hermano gemelo que vive en España. Desde ese día, Tomás se convirtió en un niño muy especial para toda su familia.

Y aunque tuvo una llegada inesperada al mundo, siempre recordarán aquel día como una experiencia única e inolvidable.

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