Nadando hacia la Amistad



Había una vez un oso llamado Oso, un perro llamado Perro, un lago llamado Lago, una abeja llamada Miel y un leñador llamado Leñador. Ellos vivían juntos en el bosque y eran grandes amigos.

Un día, Oso decidió que quería aprender a nadar. Se acercó al lago y miró el agua con curiosidad. No sabía cómo hacerlo, así que le pidió ayuda a su amigo Perro. "Perro, ¿me enseñas a nadar?"- preguntó Oso emocionado.

Perro sonrió y dijo: "¡Por supuesto, Oso! Vamos a empezar con algo sencillo. Primero debes meter tus patas en el agua y moverlas de adelante hacia atrás"-. Oso siguió las instrucciones de Perro pero no lograba mantenerse flotando en el agua.

Estaba un poco desanimado cuando vio a Miel volando cerca del lago. "Miel, ¿puedes ayudarme? No puedo flotar en el agua"- preguntó Oso con tristeza. Miel se posó sobre la nariz de Oso y dijo: "No te preocupes, Oso.

Puedo construirte unas alas de abeja para que puedas flotar en el agua como yo vuelo en el aire"-. Y así fue como Miel construyó unas pequeñas alas para Oso utilizando hojas y ramitas del bosque.

Con estas nuevas alas, Oso se zambulló nuevamente en el lago y esta vez pudo mantenerse flotando sin problemas.

El leñador Leñador, quien había estado observando desde lejos, se acercó a ellos y les dijo: "¡Qué valiente eres, Oso! Me encantaría aprender a nadar también. ¿Pueden enseñarme?"-. Oso, Perro y Miel estuvieron de acuerdo en ayudar a Leñador. Juntos fueron al lago y comenzaron las clases de natación.

Aunque al principio Leñador tuvo algunas dificultades, no se rindió y siguió practicando con perseverancia. Un día, mientras Leñador practicaba sus movimientos en el agua, una corriente fuerte lo arrastró hacia el centro del lago. Estaba asustado y no sabía qué hacer.

Oso rápidamente nadó hasta donde estaba Leñador y le dijo: "No te preocupes, amigo. Vamos a ayudarte". Perro fue a buscar ayuda mientras Miel volaba cerca del lago para guiarlos.

Con trabajo en equipo lograron rescatar a Leñador y llevarlo sano y salvo de regreso a la orilla. Desde ese día, los cinco amigos aprendieron que trabajar juntos es la mejor manera de superar los desafíos.

Oso aprendió a nadar gracias a Perro y Miel; Leñador aprendió gracias a todos ellos; Perro siempre estuvo ahí para cuidar de todos; Miel utilizó su ingenio para construir las alas para Oso; y el lago fue testigo de su amistad inquebrantable.

Y así vivieron muchas aventuras juntos en el bosque, demostrando que cuando nos apoyamos mutuamente podemos lograr grandes cosas.

FIN.

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