Naevia y el Misterio de la Varita Perdida
En un mundo donde la magia florece y los hechizos se susurran en el aire, Naevia era una niña con un corazón tan grande como su curiosidad. Desde que recibió la carta para asistir a la Escuela Howars de Magia y Hechicería, sus días se llenaron de emoción y aprendizajes mágicos.
En su primer día, Naevia se sintió nerviosa pero emocionada. Al entrar al Gran Comedor, su mirada se desvió hacia una figura conocida: Harry Potter. Estaba allí, más impresionante de lo que había imaginado, charlando con sus amigos. Naevia tuvo que contener un suspiro.
"¿Puedo sentarme aquí?" - preguntó Naevia con voz temblorosa, señalando un lugar junto a Harry.
"Claro, vení. Nos encantaría escucharte. ¿Qué te trae a Howars?" - respondió Hermione, antes que Harry.
Naevia sonrió, aliviada y emocionada.
"He soñado con esto toda mi vida. Quiero ser una gran hechicera y ayudar a los demás. Pero hay mucho que aprender."
"Y eso está genial. La magia es para ayudar, no solo para hacer trucos. A veces las cosas van más allá de lo que se ve a simple vista. Como..." - comenzó Harry pero se interrumpió, notando algo raro en el aire.
Una tormenta repentina empezó a formarse en el cielo de Howars, y un fuerte trueno resonó. Naevia sintió una energía extraña a su alrededor.
"¿Qué está pasando?" - preguntó aterrorizada.
"No lo sé, pero debemos mantener la calma. Veamos qué podemos hacer juntos." - dijo Harry, decidido.
Naevia sintió que, a pesar del miedo, una chispa de valentía crecía dentro de ella. Después de todo, era hora de demostrar sus habilidades. Junto a Harry y Hermione, corrieron hacia la torre de Astronomía, donde parecía que la tormenta emanaba una energía oscura.
Al llegar, encontraron a un sorpresivo enemigo: una sombra mágica que había robado una varita poderosa, capaz de controlar a los elementos. La sombra se movía rápida y furiosamente.
"¡No permitiré que uses esa varita para hacer el mal!" - gritó Naevia con determinación. Creyó en sí misma mientras sacaba su primera varita, que le habían dado el día anterior.
La varita brilló con una luz que la sorprendió, y sin pensarlo, conjuró un hechizo que hizo que la sombra se detuviera. Harry sonrió, impresionado.
"¡Eso estuvo increíble!" - exclamó.
Sin embargo, la sombra no se rendía. Se lanzó hacia Naevia, buscando recuperar su varita. Pero en lugar de asustarse, Naevia recordó las palabras de su madre: "La verdadera magia proviene del corazón. No tengas miedo de ser quien eres". Así que, con valor, levantó su varita nuevamente.
"Te lanzo un hechizo de luz, para iluminar tu corazón oscuro!" - Y con eso, la varita de Naevia brilló intensamente, iluminando toda la torre.
La sombra se detuvo, atrapada por la luz que ella emanaba. Entonces, en un giro inesperado, la sombra comenzó a transformarse, mostrando una figura que Naevia nunca habría imaginado. Era una antigua guardiana de las varitas, quien había estado atrapada en la oscuridad por un antiguo hechizo.
"Gracias, joven hechicera. Has roto el maleficio con tu valentía y luz. La magia no solo reside en la varita, sino en la bondad de tu corazón." - y con un gesto de su mano, restauró la calma en el ambiente.
Naevia miró a Harry y Hermione, sus ojos llenos de admiración. Había sido una experiencia aterradora, pero en última instancia, había aprendido que su valentía y bondad eran su mejor recurso.
"No hubiera podido sin ustedes. ¡Gracias!" - dijo Naevia mientras sus amigos sonreían orgullosos.
De vuelta en el Gran Comedor, le contó a los demás estudiantes lo que había sucedido. Estaban asombrados y la ovacionaron.
"Eres una verdadera heroína, Naevia. La magia vino de ti, no del hechizo!" - dijo Harry, admirando su valor.
Y así, la niña que tenía un sueño se convirtió en un ejemplo para todos; demostrando que, a veces, lo más grande que podemos hacer es creer en nosotros mismos y ayudar a los demás con lo que sabemos. La magia es hermosa, sí, pero la verdadera magia proviene de un corazón valiente y puro.
Desde ese día, Naevia no solo fue una estudiante en Howars, sino que se convirtió también en un símbolo de valentía y amistad. Y siempre recordará que la magia está dentro de cada uno de nosotros, lista para brillar.
Fin.
FIN.