Nahiara la Gatita en la Escuela



Nahiara era una gatita muy curiosa que vivía en un pequeño pueblo. Siempre había visto a los niños ir a la escuela y siempre se preguntaba qué pasaba dentro de ese edificio tan grande y misterioso. Un día, mientras caminaba por el pueblo, vio a su amiga Maite, una simpática ratoncita, saltando de alegría.

- Hola, Maite, ¿por qué estás tan feliz hoy? -preguntó Nahiara con curiosidad.

- ¡Hoy es el primer día de clases! Voy a la escuela y estoy emocionada por aprender cosas nuevas -respondió Maite con una sonrisa.

Nahiara se quedó sorprendida e intrigada. Nunca se le había ocurrido que los animales también pudieran ir a la escuela. Decidió seguir a Maite sin que ella lo notara, para ver qué era la escuela y cómo era adentro.

Al llegar al patio de la escuela, Nahiara se escondió detrás de unos arbustos. Desde allí pudo ver a los niños jugando y riendo. De repente, un niño comenzó a alimentar a Nahiara con un poco de comida. Nahiara, agradecida, le siguió. Sin embargo, al entrar a la escuela, Nahiara se perdió y se desorientó.

- ¡Miau! ¿Dónde está Maite? ¡Miau! -maullaba Nahiara, buscando a su amiga.

Maite, al escuchar los maullidos, corrió a encontrar a Nahiara. Juntas exploraron cada rincón de la escuela hasta que finalmente se encontraron.

- ¿Qué haces aquí, Nahiara? -preguntó Maite preocupada.

- Quería ver qué era la escuela y cómo es adentro. Pero me perdí -admitió Nahiara avergonzada.

- Tranquila, Nahiara. Te ayudaré a encontrar el camino de regreso a casa -dijo Maite con amabilidad.

Aunque Nahiara se sentía apenada por su travesura, Maite la ayudó a salir de la escuela. En el camino de regreso, Maite le explicó a Nahiara la importancia de la escuela, de aprender cosas nuevas y de explorar, pero siempre con responsabilidad. Nahiara comprendió que la curiosidad era buena, pero que debía aprender a no meterse en problemas.

Desde ese día, Nahiara visitaba a Maite después de la escuela y le contaba sobre sus aventuras. Aunque no volvió a entrar a la escuela, Nahiara aprendió que siempre hay tiempo para aprender cosas nuevas, y que a veces es mejor hacerlo junto a amigos confiables.

FIN.

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