Nansa, el ave valiente



Había una vez en un pequeño pueblo de la Patagonia, una hermosa ave llamada Nansa.

Era conocida por su canto melodioso y su plumaje brillante, pero había algo que la hacía diferente a las demás aves: tenía una cara que parecía una papa. Nansa se sentía triste y avergonzada por su aspecto poco común, y a menudo se escondía para evitar ser vista por los demás animales del bosque.

Pero un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con un grupo de animalitos que estaban en problemas. Un conejo había quedado atrapado en unas ramas y no podía liberarse.

Nansa sabía que era hora de dejar de lado sus temores e inseguridades y ayudar a sus amigos necesitados. Con determinación, Nansa voló hacia las ramas y comenzó a picotearlas hasta que finalmente el conejo pudo escapar. Todos los animales del bosque aplaudieron emocionados ante tan noble acto.

A partir de ese momento, Nansa dejó atrás sus preocupaciones sobre su apariencia y se dedicó a ayudar siempre que alguien lo necesitara. Los animales del bosque aprendieron a valorarla por su gran corazón y valentía. "¡Qué valiente eres, Nansa!"- exclamaron los animalitos emocionados.

"No importa cómo sea mi cara", respondió Nansa con una sonrisa en el pico. "Lo importante es ser amable y estar dispuesto a ayudar".

Y así fue como Nansa Ave con cara de la papa se convirtió en un ejemplo para todos los habitantes del bosque. Su historia inspiró a muchos a no dejarse vencer por las apariencias y a valorar el verdadero corazón de las personas.

Desde ese día, Nansa vivió feliz junto a sus amigos y se convirtió en un símbolo de bondad y valentía. Y aunque su cara seguía siendo poco común, nadie volvió a juzgarla por eso, pues todos sabían que lo más importante era la belleza interior.

FIN.

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