Nanu y el viaje especial

Nanu era un niño muy especial que asistía al centro de día San Teodoro. Todos los días, compartía momentos increíbles con sus amigos y cuidadores. Su cumpleaños estaba cerca, y todos estaban emocionados por celebrar. El día de su cumpleaños, el centro de día organizó una gran fiesta sorpresa. Decoraron el salón con globos y guirnaldas, y prepararon una deliciosa torta de chocolate, el sabor favorito de Nanu.

-¡Sorpresa, Nanu! ¡Feliz cumpleaños! -gritaron todos al verlo entrar al salón. Nanu no podía contener la emoción, su carita se iluminó al ver a sus amigos y la torta. Todos cantaron 'Cumpleaños Feliz' y Nanu sopló las velas con todas sus fuerzas. Fue un momento mágico.

Después de la fiesta, Nanu decidió que quería probar una nueva aventura: viajar solo en el transporte. Sus cuidadores estaban un poco nerviosos, pero confiaban en que Nanu podía hacerlo. Le explicaron el camino, cómo pagar el boleto y qué hacer para no perderse. Nanu estaba decidido a hacerlo, así que se despidió con una sonrisa y emprendió el camino.

-¡Eso es, Nanu! ¡Tú puedes hacerlo! -animaron sus amigos desde el centro de día.

Nanu abordó el autobús con determinación. Estaba un poco nervioso, pero recordó todo lo que le habían enseñado. Pagó su boleto con seguridad y buscó un asiento cerca de la ventana. Miraba todo con asombro, desde su asiento veía las casas, árboles y calles. Se sentía tan valiente y feliz de estar haciendo algo por su cuenta.

Cuando llegó a su destino, Nanu bajó del autobús con una gran sonrisa en su rostro. ¡Lo logró! Se sentía tan orgulloso de sí mismo. Corrió de regreso al centro de día, donde todos lo recibieron con aplausos. La alegría se reflejaba en los ojos de Nanu, quien contó entusiasmado su increíble aventura.

Desde ese día, Nanu se convirtió en un ejemplo para sus amigos. Les demostró que, con determinación y valentía, pueden lograr cualquier cosa que se propongan. Y así, cada cumpleaños de Nanu se convirtió en una celebración de la valentía y el crecimiento personal.