Navegando sobre la arena



Había una vez, en el Río Paraná, un grupo de amigos que amaban navegar en canoa. Todos los días se reunían para remar juntos y disfrutar del paisaje.

Un día, mientras navegaban por el río, vieron algo extraño a lo lejos. Era una gran cantidad de arena que bloqueaba el camino del río. Los amigos se acercaron y se dieron cuenta de que la arena era tan densa que no podían pasar.

"¡Qué vamos a hacer ahora! No podemos seguir navegando", dijo uno de los amigos preocupado. "No te preocupes", respondió otro amigo con optimismo. "Siempre hay una solución para todo". Los amigos trabajaron juntos para encontrar una manera de atravesar la barrera de arena.

Decidieron construir una canoa especial con un casco más resistente y un motor más potente para poder navegar sobre la arena. Después de semanas trabajando duro, finalmente terminaron su nueva canoa y la bautizaron como "La Arena".

Con mucha emoción, subieron a bordo e iniciaron su viaje hacia adelante. Pero pronto descubrieron que su nuevo desafío no sería fácil. La superficie arenosa era muy inestable y la corriente era fuerte.

La canoa temblaba violentamente cada vez que golpeaban las olas. "Esto es demasiado peligroso", dijo uno de los amigos asustado. "No te rindas aún", respondió otro amigo valiente mientras seguía remando con fuerza hacia adelante.

Finalmente llegaron al otro lado del banco arenoso y todos celebraron emocionados por haber superado este gran obstáculo juntos. Desde ese día, la canoa "La Arena" se convirtió en su vehículo de aventuras por el río Paraná.

Los amigos aprendieron que trabajar juntos y no darse por vencidos frente a los desafíos, siempre llevaría al éxito. Y así, cada vez que encontraban un obstáculo en su camino, recordaban que podían superarlo con coraje y trabajo duro.

Y eso es lo que hicieron mientras continuaron explorando el Río Paraná en su amada canoa.

FIN.

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