Negra y el hechizo de Malfina

Había una vez en el bosque encantado de Potaxilandia, una pequeña puchaina llamada Negra.

Negra era diferente a las demás puchainas, ya que su pelaje era de un color oscuro y brillante, lo cual la hacía destacar entre las demás criaturas del bosque. Un día, mientras Negra jugaba con sus amigos en el claro del bosque, llegó la malvada bruja Malfina.

La bruja estaba molesta por la alegría y la felicidad que reinaba en Potaxilandia y decidió lanzar un hechizo sobre Negra para hacerla desaparecer. Al instante, Negra se convirtió en una estatua de piedra y todos los animales del bosque quedaron petrificados por el miedo.

Pero justo cuando parecía que todo estaba perdido, apareció el hada Luminosa. El hada Luminosa había escuchado los llantos de los animales y decidió ayudarlos. "¡No teman! ¡Con mi magia puedo romper el hechizo de la bruja Malfina!", dijo el hada Luminosa con determinación.

El hada Luminosa comenzó a cantar una melodía mágica y poco a poco Negra empezó a recuperar su forma original. Los rayos de sol iluminaron su pelaje oscuro hasta que brilló más que nunca antes.

"¡Gracias, hada Luminosa! ¡Eres nuestra heroína!", exclamaron todos los animales emocionados. Negra se sintió muy agradecida con el hada Luminosa por haberla salvado y prometió ser aún más valiente y amable a partir de ese momento.

Desde entonces, Negra se convirtió en la protectora del bosque encantado de Potaxilandia, velando por la armonía y la paz entre todas las criaturas. Y así, gracias al valor y la bondad de Negra, el bosque encantado prosperó más que nunca antes.

Todos aprendieron que ser diferente no es algo malo, sino todo lo contrario: es lo que nos hace únicos y especiales. Y juntos comprendieron que con amor y solidaridad se pueden vencer cualquier obstáculo que se presente en el camino.