Nenito Albino y el Poder de la Suerte
En un pequeño pueblo, vivía un nenito llamado Tomi, conocido por todos como 'Nenito Albino' por su cabello blanco y su piel clara. A pesar de su apariencia distintiva, era un niño lleno de energía y siempre dispuesto a ayudar a los demás. Sin embargo, Tomi tenía un secreto que pocos conocían: tenía un extraño poder que ninguno de sus compañeros podía entender. Su mente era capaz de atraer buena suerte a quien él quisiera.
Un día, mientras jugaba en el parque, Tomi escuchó a su amiga Lía llorando bajo un árbol. Intrigado, se acercó y le preguntó:
- ¿Qué te pasa, Lía?
- No puedo encontrar mi pelotita, la tiré mientras jugaba y no sé dónde está.
Tomi, queriendo ayudarla, cerró los ojos y se concentró.
- ¡Está bien, Lía! ¡Voy a usar mi suerte para encontrarla!
Con un toque de su dedo, hizo un gesto mágico. De repente, un viento suave sopló y una hoja se llevó hacia un rincón del parque, donde estaba la pelotita perdida. Lía, sorprendida, exclamó:
- ¡Guau, Tomi! ¿Cómo hiciste eso?
Tomi sonrió, sin revelar su secreto.
Los días pasaron y la fama del nenito albino creció. Todos los niños del pueblo querían estar cerca de él, en especial cuando había algún problema o una tarea difícil. Entonces, comenzó a notar algo: sus amigos dependían demasiado de su suerte. A veces, olvidaban hacer las cosas por sí mismos.
Una tarde, en la escuela, la maestra anunció un concurso de matemáticas. Todos estaban emocionados, pero Tomi notó que sus amigos se ponían nerviosos y no querían estudiar. En ese momento, decidió actuar.
- ¡Chicos, no se preocupen! Puedo ayudarles con mi suerte en el concurso.
Pero, mientras hablaba, vio la expresión de Lía, que lo miraba con preocupación.
- Tomi, eso no es justo. Sería mejor si aprendemos y practicamos juntos.
Tomi se sintió confundido. ¿Tenía que usar su poder o ayudar a sus amigos a aprender? Decidió que era momento de un cambio.
- Tenés razón, Lía. ¿Qué tal si organizamos un grupo de estudio? Así todos podemos practicar y, si la suerte viene, será porque trabajamos duro.
A partir de ese día, el tan conocido 'Nenito Albino' se convirtió en un líder en el estudio. Junto a sus amigos, organizaron sesiones de práctica, donde cada uno compartía sus conocimientos. Con el tiempo, todos se sintieron más seguros de sí mismos y, por primera vez, el concurso de matemáticas se convirtió en un evento de alegría.
El día del concurso llegó y, al llegar el momento de presentar sus respuestas, Tomi se sintió emocionado de ver a sus amigos tan preparados. Ninguno necesitó de su poder, porque habían trabajado juntos y la suerte sólo los acompañó en la confianza que habían ganado.
Al final, al enterarse de que habían ganado el primer lugar, todos gritaron de alegría y se abrazaron.
- ¡Sí, lo logramos! - gritó Lía.
- No solo por suerte, sino por el esfuerzo de todos - respondió Tomi, sonriendo, con el corazón lleno de felicidad.
Desde ese día, Tomi se dio cuenta de que su verdadero poder radicaba en la unión y el aprendizaje mutuo. Así, en lugar de depender de la suerte, aprendieron todos juntos que el verdadero éxito proviene de la dedicación y la cooperación. Y aunque a veces la suerte era un buen aliado, nada se comparaba con el esfuerzo y el trabajo en equipo.
Y así, el nenito albino, aunque todavía guardaba su poder especial, decidió que su mayor alegría era ver a sus amigos brillar y aprender por sí mismos.
A partir de aquel día, Tomi y sus amigos, siempre juntos, se lanzaban a nuevas aventuras, buscando no solo la suerte, sino la amistad y el conocimiento que nunca les faltaría.
Tomi descubrió que, a veces, el verdadero poder está en creer en uno mismo y en el apoyo de los amigos. ¡Y así, el nenito albino cambió la suerte de todos a su alrededor, la suerte del trabajo y la perseverancia!
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.