Nico y el amor por los animales



Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Nico. Nico era un niño muy valiente y amaba mucho a los animales.

Siempre que podía, ayudaba a los gatitos a subir a los árboles y le encantaba observar a los pajaritos revolotear por el cielo. Un día, mientras paseaba por el parque, vio a unos niños molestando a un perrito. El perrito se escondía asustado bajo un banco, mientras los niños le tiraban piedritas y se reían.

Nico, sin dudarlo, se acercó a la escena. - ¡Hey! ¿Qué están haciendo? - gritó Nico en tono molesto. Los niños se detuvieron sorprendidos. - Este perrito no les hizo nada, ¿por qué lo molestan? - les reprochó Nico.

Los niños, un poco avergonzados, bajaron la mirada. - Es solo un perro callejero, ¡no importa! - contestó uno de ellos. - ¡Claro que importa! Todos los seres vivos merecen amor y respeto.

¿Les gustaría que les hicieran lo mismo a ustedes? - les preguntó Nico. Los niños se miraron entre ellos y luego asintieron lentamente. Nico tomó al perrito en brazos y lo acarició suavemente. - Miren, este perrito también siente miedo y tristeza. No podemos tratarlo mal.

Debemos cuidarlo y respetarlo, ¿entendido? - les explicó con seriedad. Los niños asintieron, un poco arrepentidos por su comportamiento. Nico pasó un buen rato hablando con los niños sobre la importancia del amor y el respeto hacia los animales.

Les contó historias sobre cómo los animales pueden ser amigos leales y compañeros maravillosos. Los niños, sorprendidos, escuchaban atentamente. Desde ese día, Nico y los niños se hicieron amigos y prometieron siempre proteger y amar a los animales.

El perrito, por su parte, encontró un hogar amoroso donde nunca más sería molestado. Y Nico siguió siendo el defensor valiente de todos los seres vivos.

FIN.

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