Nico y su Alegría Especial
En un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, vivía un niño de tres años llamado Nico. Nico tenía un hermano mayor llamado Luis, a quien adoraba y quería imitar en todo lo que hacía.
También tenía un amigo llamado Beltrán, quien era muy fuerte, y una amiga llamada Carla, que podía saltar muy alto. Un día, mientras jugaban en el parque del pueblo, Nico le dijo a su hermano Luis:- ¡Hermano! Quiero ser tan grande y fuerte como tú.
Y también quiero ser tan fuerte como Beltrán y saltar tan alto como Carla. Luis sonrió con ternura y se sentó junto a su hermanito. - Nico, cada uno de nosotros es especial a nuestra manera.
Yo puedo ser grande y fuerte, Beltrán puede ser muy fuerte y Carla puede saltar muy alto. Pero tu don especial es la alegría. Nico frunció el ceño sin entender.
- ¿La alegría? ¿Eso qué significa? Luis explicó pacientemente:- La alegría significa hacer feliz a los demás con solo ser tú mismo. Tú tienes la capacidad de hacer reír a todos con tus travesuras y tu risa contagiosa. Ese es un regalo maravilloso que posees.
Nico reflexionó sobre las palabras de su hermano mayor. Comenzó a darse cuenta de que siempre lograba sacar sonrisas en las caras de las personas que lo rodeaban con sus travesuras y ocurrencias. Se sintió orgulloso de su don especial.
A partir de ese día, Nico decidió abrazar su alegría interior y compartirla con todos en Villa Feliz. Organizaba juegos divertidos para sus amigos, contaba chistes graciosos e incluso ayudaba a los vecinos cuando estaban tristes.
Con el tiempo, Nico se convirtió en el niño más querido del pueblo por su gran corazón y su habilidad para traer felicidad a quienes lo rodeaban.
Y así, aprendió que no necesitaba ser tan grande como Luis o tan fuerte como Beltrán para ser especial. Su don único era la alegría, algo que realmente valoraba toda la comunidad de Villa Feliz.
Desde entonces, Nico siguió siendo el rayo de sol del pueblo, recordándoles a todos que la verdadera magia reside en compartir amor y felicidad con los demás.
FIN.