Nícol y el baile mágico


Nícol era una niña alegre y llena de vida. Todos los días iba feliz a la escuela, donde disfrutaba aprender nuevas cosas y jugar con sus amigos.

Su pasión era el baile, cada vez que escuchaba música no podía evitar moverse al ritmo de las canciones. Pero un día todo cambió para Nícol. Dos niños llamados Zuriel y Armando comenzaron a molestarla en la escuela.

Le decían cosas hirientes y se burlaban de su amor por el baile. Nícol se sentía triste y asustada, no entendía por qué esos niños querían hacerle daño. Un día, mientras caminaba triste hacia su casa, encontró un viejo libro en una banca del parque.

Curiosa como siempre, decidió reagarrarlo y llevarlo consigo. Al llegar a su hogar, empezó a leerlo y descubrió que era un libro mágico lleno de historias inspiradoras.

A medida que leía cada página, Nícol se daba cuenta de algo importante: ella no tenía por qué dejar que las palabras crueles de Zuriel y Armando la afectaran tanto. Ella era fuerte y valiente, capaz de superar cualquier obstáculo.

Al día siguiente en la escuela, cuando Zuriel y Armando volvieron a molestarla, Nícol decidió enfrentarlos con coraje. Se acercó a ellos con determinación e hizo algo inesperado: les mostró cómo bailar al ritmo de una melodía que sonaba en su cabeza.

"¿Por qué no dejamos atrás todas estas peleas? Podemos ser amigos", propuso Nícol mientras movía su cuerpo al ritmo de la música. Zuriel y Armando se miraron sorprendidos, pero en lugar de reírse, también comenzaron a moverse al ritmo de la canción.

Poco a poco, los tres niños dejaron atrás las diferencias y encontraron un punto en común: el amor por la música. A partir de ese día, Nícol, Zuriel y Armando se convirtieron en amigos inseparables.

Bailaban juntos durante los recreos y descubrieron que tenían muchas cosas en común más allá del baile. Aprendieron a aceptarse y respetarse mutuamente. La historia de Nícol nos enseña que no debemos permitir que las palabras negativas de los demás nos afecten.

Todos somos únicos y especiales a nuestra manera, y tenemos el poder dentro de nosotros para superar cualquier obstáculo. Siempre debemos ser valientes y recordar que nuestras pasiones pueden unirnos con aquellos que parecen diferentes.

Nícol siguió bailando con alegría en su corazón y demostró al mundo que nunca debemos dejar que el miedo nos detenga.

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