Nicol y los pajaritos amigos

Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, una niña de 3 años llamada Nicol. Nicol era una niña muy curiosa y valiente, siempre estaba buscando nuevas aventuras y aprendiendo cosas nuevas cada día.

Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Nicol vio a lo lejos un árbol enorme y frondoso. Sin pensarlo dos veces, decidió ir a explorarlo por su cuenta.

Mientras se acercaba al árbol, escuchó un ruido extraño que venía de arriba. "¿Hola? ¿Hay alguien ahí?" -preguntó Nicol timidamente. De repente, una familia de pajaritos salió volando del árbol asustada por la presencia de Nicol.

La niña se sintió triste al ver que los pajaritos estaban asustados. "Tranquilos pajaritos, no les haré daño. Soy Nicol y solo quería conocerlos" -dijo ella con ternura. Los pajaritos se acercaron lentamente a Nicol y comenzaron a hablarle sobre su vida en el árbol.

Le contaron que estaban buscando comida para sus crías pero que tenían miedo de los humanos. Nicol escuchaba atentamente cada palabra de los pajaritos y decidió ayudarlos a encontrar comida para sus crías.

Corrió hacia su casa y agarró un poco de pan y semillas para alimentar a los pajaritos. "Aquí tienen comida para ustedes y sus crías" -dijo Nicol mientras les extendía las manos llenas de comida. Los pajaritos se sintieron felices y agradecidos por la ayuda de Nicol.

Desde ese día, ellos visitaban constantemente a la niña en el parque y juntos pasaban horas jugando y compartiendo historias. Nicol aprendió que con un poco de valentía y compasión podía hacer amigos inesperados y ayudar a quienes lo necesitaban.

Se convirtió en la protectora del bosque y todos los animales la admiraban por su nobleza.

Y así, la pequeña Nicol siguió creciendo rodeada del amor de la naturaleza y enseñanzas que le dejaron aquellos amiguitos emplumados que llegaron inesperadamente a su vida.