NINI Y MARTHA EN EL PARAÍSO NATURAL



Era un hermoso sábado por la mañana cuando Nini, una niña curiosa y llena de energía, decidió invitar a su amiga Martha a un día de aventuras.

- “¡Martha, vamos a descubrir el único bosque encantado de la ciudad! ” - exclamó Nini, con una sonrisa radiando su entusiasmo.

- “¿Bosque encantado? ¡No me digas más! ¡Vamos ya! ” - respondió Martha, saltando de emoción.

Así fue como las dos amigas comenzaron su camino hacia el bosque. Mientras caminaban, se toparon con un sendero adornado de flores de todos los colores y mariposas que danzaban en el aire.

- “¡Mirá qué lindas son las mariposas! ” - dijo Nini, señalando una azul que pasó por su lado.

- “Son como un arcoíris volador” - respondió Martha, admirando la belleza de la naturaleza.

Al llegar al bosque, se encontraron con un cartel que decía: “Bienvenidos al Bosque Encantado. Cuidado, los árboles pueden hablar.”

- “¿Los árboles hablando? Eso suena loco” - bromeó Martha, sin poder evitar reírse.

- “¿Y si hacemos un trato? Si encontramos un árbol que hable, yo te regalo mis galletitas” - retó Nini.

- “¡Trato hecho! ” - aceptó Martha con una sonrisa.

Las dos chicas se internaron en el bosque buscando al árbol que pudiera hablar. Al poco tiempo, se toparon con uno gigante, de tronco robusto y hojas brillantes que parecían susurrar con el viento.

- “¿Y si le hacemos una pregunta? ” - sugirió Nini, y Martha asintió con entusiasmo.

- “¡Hola, árbol enorme! ¿Tienes algo que contarnos? ” - gritó Martha.

Para su sorpresa, el árbol hizo un crujido suave y, tras un momento, respondió:

- “Claro, pequeñas aventureras. Aquí en este bosque viven seres mágicos y guardan secretos de la naturaleza. Pero deben ser cuidadosas. Para descubrirlos, deben aprender a cuidar de este lugar.”

- “¿Cuidar de la naturaleza? ” - preguntó Nini, intrigada.

- “¡Sí! Cada hoja, cada insecto, cada rayo de sol es importante. Si quieren descubrir los secretos, deben proteger los tesoros de este bosque.”

- “Además, ¡yo quiero esos secretos! ” - añadió Martha, totalmente convencida.

El árbol, con su voz profunda, continuó:

- “Para comenzar, deben recoger toda la basura que vean y cuidar a los animales. Solo así, los guardianes del bosque les revelarán su magia.”

- “¡Entendido! ” - dijeron las chicas al unísono.

Sin perder tiempo, Nini y Martha se pusieron a buscar y juntar basura. Encontraron botellas, papeles y hasta una vieja bicicleta. Una vez hecho esto, se sintieron orgullosas de su trabajo.

- “Hicimos un buen trabajo, ¿verdad? ” - comentó Nini, mientras limpiaban sus manos.

- “¡Sí! Estoy lista para los secretos del bosque ahora,” dijo Martha.

El árbol volvió a crujir suavemente y esta vez se hizo a un lado, revelando un camino que antes no se veía.

- “Ahora, sigan ese camino y escuchen bien. Pero no se olviden: siempre respeten y cuiden el lugar donde están.”

- “¡Nosotros lo haremos! Gracias, árbol” - dijeron las chicas, entusiasmadas, mientras iniciaban su recorrido por el nuevo sendero.

A medida que caminaban, comenzaron a escuchar cantos suaves.

- “¿Lo escuchás, Nini? Es como si el bosque nos cantara” - murmuro Martha.

- “¡Debemos ir a investigar! ” - respondió Nini con determinación.

Finalmente, llegaron a un claro donde animales de todas las especies estaban reunidos alrededor de una enorme fogata. Eran criaturas mágicas que nunca habían visto: unicornios, ciervos dorados, y hasta una tortuga que brillaba como un sol.

- “¡Guau, esto es increíble! ” - exclamó Martha.

- “Creo que están celebrando algo,” añadió Nini.

De repente, un pequeño duende se acercó.

- “¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué han llegado aquí? ” - preguntó.

- “¡Hola! Somos Nini y Martha, venimos a conocer el bosque y a aprender sobre la naturaleza.”

- “¿Y han cuidado bien de él? ” - inquirió el duende, con una mirada scrutadora.

- “¡Sí! Recogimos la basura y prometemos cuidarlo de ahora en adelante,” dijeron las chicas emocionadas.

- “¡Bien! Entonces son bienvenidas. Únanse a nuestra celebración y escuchen la canción del bosque.”

Las dos amigas pasaron un día mágico, cantando y bailando con los animales. Aprendieron sobre la importancia de cada una de las criaturas que habitaba en el bosque, y el papel esencial que desempeñaban para mantener el equilibrio de la vida.

Antes de regresar a casa, el árbol que había hablado con ellas se asomó entre los árboles.

- “Gracias por cuidar de nuestro hogar. Recuerden: la naturaleza es un tesoro que necesita ser protegido y respetado.”

- “Prometemos cuidar del bosque siempre” - gritaron Nini y Martha al unísono, sintiendo el corazón lleno de amor y respeto por la naturaleza.

Y así, las amigas regresaron a casa, no solo con recuerdos mágicos, sino también con la misión de compartir lo aprendido sobre la conservación del medio ambiente con todos sus amigos.

- “Nuestro próximo proyecto será un club de guardians de la naturaleza” - propuso Nini.

- “¡Sí! Y cada uno tendrá una tarea especial para cuidar del planeta. ¡Seremos superheroínas de la naturaleza! ” - concluyó Martha con una sonrisa.

Desde ese día, Nini y Martha se dedicaron a educar a su comunidad sobre la importancia de cuidar el mundo natural, recordando siempre la mágica experiencia que vivieron en el bosque encantado.

Y así, cada pequeño gesto por el bien del planeta sumó a su gran aventura, enseñándoles que cuidando el medio ambiente, también se podían vivir los momentos más mágicos de la vida.

FIN.

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