Ninjas contra la planta carnívora



Había una vez un grupo de ninjas muy valientes, que habían sido llamados para proteger a la ciudad de una amenaza peligrosa: una planta carnívora gigante que había aparecido en el centro del parque principal.

La planta no dejaba pasar a nadie y se comía todo lo que se le cruzaba por delante. Los ninjas, liderados por Hanzo, se prepararon con sus espadas y shurikens para enfrentar al monstruo verde.

Cuando llegaron al parque, vieron cómo la planta les lanzaba ramas afiladas como cuchillos. - ¡Cuidado! -gritó Hanzo-. Esta planta es más fuerte de lo que parece. Los ninjas empezaron a atacarla con todas sus fuerzas, saltando y esquivando los ataques de la planta.

Pero por más golpes que le daban, parecía que no podían hacerle daño. - ¡No podemos luchar contra esto! -exclamó uno de los ninjas-. ¿Qué vamos a hacer? Fue entonces cuando Hanzo tuvo una idea brillante.

Recordó haber oído hablar sobre las plantas carnívoras en su infancia y sabía qué era lo que debían hacer. - Escuchen todos -dijo Hanzo-. Si queremos derrotar a esta planta tenemos que alimentarla con algo más grande que nosotros mismos.

- ¿Cómo vamos a conseguir eso? -preguntó otro ninja sorprendido. Hanzo miró hacia el cielo y vio un globo aerostático gigante flotando sobre ellos. Sabía exactamente lo que debían hacer.

Los ninjas trabajaron juntos para desatar el globo e hicieron que se elevara hasta que quedó justo encima de la planta. Luego cortaron las cuerdas y el globo cayó directamente en la boca abierta de la planta. La planta empezó a moverse inquieta, pero pronto comenzó a sentirse satisfecha y pesada.

Finalmente, se fue durmiendo poco a poco y dejó de mover sus ramas peligrosas. - ¡Lo logramos! -gritó Hanzo-. Derrotamos a la planta carnívora gracias al trabajo en equipo.

Los ninjas celebraron su victoria con un fuerte abrazo y regresaron a casa sabiendo que habían hecho algo muy importante para proteger su ciudad. Desde ese día, todos los niños aprendieron sobre las plantas carnívoras y cómo combatirlas si alguna vez aparecían de nuevo.

Y así termina nuestra historia, recordando siempre que juntos podemos enfrentar cualquier desafío que se nos presente.

FIN.

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