No a todo, Dina
Título: Día Dino-saurio: Aprender a decir noEn un mundo donde los dinosaurios conviven y se divierten juntos, existía un pequeño dinosaurio llamado Dina, quien siempre tenía problemas para decir que no a sus amigos.
Ella quería ser amable y agradar a todos, pero a veces eso le causaba problemas. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos Rex y Trice, llegó Tito, el Tiranosaurio Rex más grande y fuerte de la zona.
Tito era conocido por ser un poco abusivo y siempre imponer lo que él quería hacer. "¡Hola amiguitos! Hoy quiero que vengan conmigo a cazar algunos insectos gigantes al bosque. ¡Será muy divertido!" -dijo Tito emocionado.
Rex y Trice se miraron entre ellos, algo preocupados por la propuesta de Tito. Sabían que cazar insectos gigantes podía ser peligroso, pero tenían miedo de decirle que no. Dina sintió un nudo en su estómago al imaginar la situación.
Quería ir con sus amigos, pero también sabía que cazar insectos gigantes no era lo suyo. "Yo... yo creo que prefiero quedarme aquí en el parque jugando tranquilamente", dijo tímidamente Dina. Tito frunció el ceño, molesto por la negativa de Dina.
Sin embargo, Rex y Trice asintieron con ella y decidieron quedarse también en el parque. "¡Está bien! Si ustedes prefieren jugar acá está perfecto. ¡Yo me iré solo entonces!" -dijo Tito alejándose hacia el bosque.
Dina se sintió aliviada de haber podido expresar lo que realmente quería hacer. Sus amigos la felicitaron por haber sido sincera consigo misma y tener el coraje de decir no cuando algo no le parecía correcto.
Mientras tanto, en el bosque, Tito se encontró con otros dinosaurios dispuestos a cazar insectos gigantes. Sin embargo, al adentrarse más en la selva, descubrieron que los insectos eran mucho más grandes e intimidantes de lo esperado.
Tito intentó mostrar valentía frente a los demás dinosaurios, pero en realidad estaba asustado. No había pensado bien las consecuencias de su decisión impulsiva.
De regreso al parque, Dina y sus amigos estaban disfrutando de una tarde maravillosa jugando juntos cuando vieron llegar a Tito con una expresión preocupada en su rostro. "Chicos... cometí un error al querer imponer mi voluntad sobre ustedes sin considerar lo que realmente les gustaba hacer. Me disculpo por eso", dijo humildemente Tito.
Los demás dinosaurios aceptaron las disculpas de Tito y le explicaron amablemente cómo habían preferido pasar tiempo juntos en lugar de arriesgarse cazando insectos gigantes peligrosos. Desde ese día, Dina aprendió la importancia de escucharse a sí misma antes de tomar decisiones solo para complacer a los demás.
Y todos los dinosaurios comprendieron que aprender a decir no cuando es necesario es una habilidad social valiosa para cuidar tanto de uno mismo como de los demás.
FIN.