No confíes en extraños
Había una vez un pequeño zorro llamado Tito que vivía en el bosque junto a su familia.
Tito era muy curioso y siempre estaba buscando aventuras nuevas, pero su madre le había advertido muchas veces sobre los peligros del bosque. Un día, mientras jugaba cerca del río, Tito vio a un zorro mayor que se acercó a él con una sonrisa. "¡Hola, pequeño! ¿Cómo estás?" -dijo el zorro mayor con voz amable.
"Estoy bien, gracias" -respondió Tito"¿Y tú?""Muy bien también" -dijo el zorro mayor"Pero tengo un problema y necesito tu ayuda". Tito se sorprendió y preguntó cómo podía ayudarle.
El zorro mayor explicó que había encontrado una cueva llena de tesoros y no podía llevarlos todos por sí solo. Le pidió a Tito que lo ayudara a llevar algunos tesoros hasta su casa y le prometió darle una parte como recompensa.
Tito se emocionó al escuchar sobre la cueva de tesoros y sin pensarlo dos veces aceptó la oferta del zorro mayor. Juntos caminaron por el bosque hasta llegar a la cueva mágica donde encontraron muchos objetos brillantes y valiosos.
El zorro mayor le dio una bolsa grande para que Tito llenara con los tesoros más pequeños mientras él llevaba los más grandes. Después de cargar las bolsas, empezaron a caminar hacia la casa del zorro mayor.
Pero cuando llegaron allí, algo extraño pasó: el supuesto amigo de Tito lo dejó esperando afuera mientras entraba a la casa con las bolsas llenas de tesoros. Pasaron horas y el zorro mayor no regresó, dejando a Tito solo, cansado y sin tesoros.
Fue entonces cuando Tito se dio cuenta de que había sido víctima del cuento del tío: un engaño en el que alguien le hace creer que puede obtener una ganancia fácil si realiza una tarea o entrega dinero. Tito se sintió muy triste y estafado.
Pero su madre lo consoló y le recordó que siempre es importante ser cuidadoso y no confiar en extraños. Le enseñó sobre los peligros de los engaños y cómo protegerse de ellos.
Desde ese día, Tito aprendió la valiosa lección de no caer en cuentos falsos y mantenerse alerta ante cualquier situación sospechosa. Y aunque nunca recuperó los tesoros perdidos, encontró algo mucho más valioso: la sabiduría para tomar buenas decisiones en el futuro.
FIN.