Noche de Amistad

Era un hermoso día de sol en el barrio de Pigni, y los amigos Juan, Martina y Lucas estaban aburridos en casa. "¿Qué podemos hacer hoy?" preguntó Juan. "Podemos ir a jugar al parque" sugirió Martina.

"No, eso es aburrido. ¿Qué tal si vamos a bailar?" propuso Lucas. Los ojos de sus amigos se iluminaron ante la idea del baile.

Los tres eran grandes amantes de la música y el movimiento, y no podían resistirse a una buena pista de baile. Así que decidieron subir al auto de Juan e ir hacia el centro de la ciudad para encontrar algún lugar donde pudieran bailar.

Después de recorrer varias calles, finalmente encontraron un lugar con música alta y luces brillantes: era una discoteca. "¡Este es nuestro lugar!" exclamó Martina emocionada mientras entraban por las puertas giratorias. La música los envolvió enseguida, haciéndolos moverse al ritmo del sonido.

Bailaron durante horas sin parar, riendo y divirtiéndose juntos como nunca antes lo habían hecho.

Pero justo cuando pensaban que nada podría arruinar su noche perfecta, algo inesperado sucedió: mientras iban a buscar unas bebidas al bar, alguien rompió la ventana trasera del auto de Juan para robar algunas cosas que habían dejado adentro. Al regresar al estacionamiento y ver lo que había pasado con su vehículo, todos se sintieron tristes y frustrados.

Pero luego recordaron algo muy importante: tenían uno al otro como amigos para apoyarse mutuamente en momentos difíciles. "Chicos, no importa lo que pase. Lo importante es que estamos juntos y nos tenemos el uno al otro" dijo Juan con una sonrisa reconfortante.

Y así, los tres amigos se abrazaron y continuaron bailando toda la noche. A pesar del pequeño percance, su día se había convertido en una experiencia inolvidable y llena de aprendizajes valiosos sobre la amistad y el apoyo mutuo.