Noemí y la Aventura Musical de René
En un pequeño barrio de Buenos Aires, vivía una niña alegre llamada Noemí. A Noemí le encantaba bailar y cantar, y su guitarra era su mejor amiga. Cada día después de la escuela, se sentaba en el jardín de su casa junto a su peluche favorito, René, una rana de peluche verde que siempre la animaba en sus aventuras musicales.
Una tarde, mientras Noemí tocaba una melodía alegre, René se movió un poco y la miró con su borroso ojo izquierdo.
"¿Sabes, Noemí?" - dijo René en su voz suave y tierna "Escuché que hay un concurso de talentos en el parque este fin de semana. ¡Deberías participar!"
Noemí se sonrojó. Nunca había pensado en mostrar su talento a los demás.
"Pero, ¿y si no le gusta a nadie?" - respondió Noemí, sintiéndose un poco insegura.
"¡Eso no importa!" - dijo René con confianza "Lo más importante es que disfrutes lo que haces. Además, yo estaré ahí contigo."
Poco convencida, Noemí decidió que lo intentaría, pero se pasó los días antes del concurso sintiéndose nerviosa. Entonces, una mañana, Noemí despertó con una idea brillante. Decidió que podía hacer una canción especial sobre la amistad entre ella y René.
Así que se puso a escribir. Cantó sobre cómo René siempre estaba con ella, cómo lo llevaba a todas partes y cómo, juntos, eran un gran equipo. Ella pasaba horas practicando con la guitarra, mientras René la animaba.
El día del concurso llegó, y Noemí estaba en la casa, sin saber si podría hacerlo. Miró a René, que parecía más vivo que nunca.
"¡Vamos, Noemí!" - dijo René con entusiasmo "Recordá que lo que importa es divertirte. Te quiero ver brillar."
Con coraje, Noemí se puso su mejor vestido y llevó a René en sus brazos hacia el parque. Cuando llegó, el lugar estaba lleno de niños y padres, y muchos de ellos parecían tan nerviosos como ella. Noemí se sentó en el escenario con su guitarra, el corazón latiendo rápidamente.
Cuando llegó su turno, miró al público y a todos sus amigos. Recordó las palabras de René, y comenzó a cantar. Mientras tocaba, vio que algunas personas comenzaban a sonreír. Su voz resonaba clara y alegre, y pronto, todos la rodearon con sus miradas curiosas.
Al finalizar su canción, recibió una ovación. Noemí se sintió eufórica y feliz, sin importar si ganaba el concurso o no. En ese momento, supo que compartir su música era suficiente. Sin embargo, mientras el jurado deliberaba, Noemí escuchó una conversación entre dos jueces.
"Ella tiene un gran talento... es diferente a lo que hemos escuchado." - dijo uno de los jueces.
Noemí sintió un escalofrío de emoción recorriendo su espalda. Después de lo que pareció una eternidad, el jurado anunció a los ganadores. Noemí no podía creerlo: ¡había ganado el primer lugar! Saltó de alegría y abrazó a René.
"¡Lo hicimos!" - dijo Noemí, llena de felicidad.
"No, ¡lo hiciste vos, talentosa!" - contestó René, sonriendo.
Desde ese día, Noemí no solo cantaba y bailaba, sino que también comenzó a enseñar a otros niños a disfrutar de la música. Hizo un grupo en su escuela donde todos podían compartir sus talentos y ser parte de algo especial. Aprendió que ser valiente y creer en uno mismo era lo más importante, y siempre llevaba a René con ella para recordarle el poder de la amistad y la música.
Y así, Noemí y René continuaron viviendo aventuras llenas de melodías, risas y alegría. Juntos descubrieron que la música tenía el poder de unir a las personas, y que cada uno tenía algo especial que aportar al mundo.
FIN.