Nombres que brillan juntos
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoiris, donde vivían cinco niños muy especiales: Juan Camilo, Luis Alejandro, Adhara, Victoria y Daimer.
Ellos eran compañeros de clase en el jardín de infantes y cada uno tenía un nombre único y especial que les había sido dado con mucho amor por sus padres. Un día, la maestra de los niños les propuso hacer un proyecto muy divertido sobre la importancia de sus nombres.
Les explicó que los nombres no solo son palabras que nos identifican, sino que también llevan consigo significados y historias especiales. Los ojos de los niños se iluminaron de emoción al escuchar esto.
"¿Qué significa tu nombre, Juan Camilo?" - preguntó la maestra. "Mi mamá me dijo que —"Juan" significa —"agradecido" y —"Camilo" es como un guerrero valiente", respondió Juan Camilo con orgullo. "¡Qué bonito significado tiene tu nombre!" - exclamó Adhara. "Gracias, Adhara.
¿Y tú qué sabes sobre el tuyo?" - preguntó Juan Camilo con curiosidad. "Mi mamá me contó que —"Adhara" es una estrella muy brillante en el cielo", dijo Adhara con una sonrisa radiante.
"¡Wow! ¡Eso suena increíble!" - exclamaron los demás niños admirados. La maestra continuó preguntando a cada niño sobre el significado de su nombre y todos compartieron emocionados las historias detrás de ellos.
Descubrieron que cada nombre tenía algo especial y único que lo hacía diferente a los demás. Un día, mientras jugaban en el patio del colegio, vieron a un nuevo niño acercarse tímidamente.
Se presentó como Lucas y les contó que se sentía triste porque pensaba que su nombre era aburrido comparado con los nombres tan bonitos y significativos de sus compañeros. Los cinco amigos se miraron entre sí y supieron al instante qué tenían que hacer.
Se acercaron a Lucas y le dijeron:"Lucas, aunque tu nombre pueda parecer sencillo para algunos, estamos seguros de que tiene un significado especial esperando a ser descubierto". Intrigado por las palabras de sus nuevos amigos, Lucas decidió investigar más sobre su propio nombre.
Para su sorpresa, descubrió que —"Lucas" significa —"iluminado" ¡y eso le llenó el corazón de alegría! Desde ese día en adelante, los seis niños se convirtieron en inseparables amigos explorando juntos el maravilloso mundo detrás de cada uno de sus nombres.
Aprendieron a valorar la importancia de la diversidad y la belleza única presente en cada ser humano.
Y así fue como Juan Camilo, Luis Alejandro, Adhara, Victoria, Daimer y Lucas comprendieron que más allá del sonido o las letras escritas en su identificación personalmente tenía un valor incalculable: reflejaban quiénes eran realmente e iluminaban su camino hacia un futuro brillante lleno amor amistad respeto mutuo.
FIN.