Nuestro Amor
Adara era una adolescente que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos. Le encantaba explorar la naturaleza, leer libros y pasar el tiempo con su mejor amigo, Pablo. Desde pequeños, habían compartido risas y aventuras, pero poco a poco, Adara comenzó a sentir que su amistad se estaba transformando en algo más.
Un día, mientras paseaban por el bosque, se detuvieron frente a un hermoso lago. La luz del sol se reflejaba en el agua y parecía un espejo mágico.
"Mirá qué lindo se ve el lago hoy, ¿no?"- dijo Adara con una sonrisa.
"Sí, parece un lugar de cuentos de hadas"- respondió Pablo, mirando a Adara a los ojos.
Adara sintió que su corazón latía más rápido, pero decidió ignorar el sentimiento.
Pasaron los días y su amistad se volvió cada vez más intensa. Se contaban secretos, se apoyaban en los momentos difíciles, y siempre estaban juntos. Sin embargo, Adara notó que algo había cambiado en ella; sentía mariposas en el estómago cada vez que Pablo se acercaba.
Un día, mientras estaban en el patio de su casa trabajando en un proyecto escolar, Pablo rompió el silencio.
"Adara, tengo que decirte algo importante…"
"¿Qué pasa, Pablo?"
"Creo que me estoy enamorando de vos"
Adara se quedó inmóvil, sorprendida por las palabras de su amigo. Sus ojos brillaban de alegría, pero también de miedo. No estaba segura de cómo responder.
"Yo… yo también siento algo especial por vos, Pablo, pero tengo miedo de arruinar nuestra amistad"- confesó Adara.
"Yo también lo siento, pero creo que el amor es un riesgo que vale la pena tomar. A veces, lo que más tememos es lo que más nos puede hacer felices"- comentó Pablo con sinceridad.
Después de esa conversación, decidieron darse una oportunidad. Comenzaron a salir, a ir al cine, a compartir sueños y a reír juntos como nunca antes. Sin embargo, comenzaron a notar que otros chicos de la escuela no veían con buenos ojos que Adara y Pablo estuvieran juntos.
Un día, en el recreo, un grupo de compañeros los rodeó y comenzó a burlarse.
"¿Qué les pasa a ustedes? Se creen el Romeo y Julieta del barrio"- gritó uno.
"Sí, son tan cursis"- agregó otro.
Adara sintió el nudo en la garganta, pero en lugar de dejarse llevar por la tristeza, miró a Pablo y le dijo:
"No importa lo que digan, lo que sentimos es real. Nuestro amor importa más que lo que piensan los demás".
Pablo asintió y tomó la mano de Adara. Juntos enfrentaron los comentarios negativos y se apoyaron el uno en el otro. Con el tiempo, otros compañeros comenzaron a ver lo que ellos ya sabían: su relación era especial y auténtica.
Un día, decidieron organizar una fiesta en el lago, invitando a toda la escuela, para mostrar que el amor verdadero puede unir a las personas. Adara se levantó en medio de la celebración y, emocionada, dijo:
"El amor no se trata solo de estar juntos, sino de apoyarnos y enfrentar los problemas juntos. Miren a nuestro alrededor, esto es lo que el amor puede crear. Todos estamos aquí, disfrutando y celebrando, a pesar de las diferencias".
Los compañeros, al ver la valentía de Adara y Pablo, comenzaron a aplaudir y se unieron a su celebración. El odio y la burla se transformaron en amistad y alegría.
Así, Adara y Pablo aprendieron que el amor verdadero, en todas sus formas, es un tesoro que merece ser valorado y defendido.
Adara concluyó pensando que el amor es un viaje lleno de aventuras, desafíos y aprendizaje. Y que, sin importar lo difícil que parezca, siempre vale la pena luchar por aquellos que amamos.
Y así, en el pequeño pueblo rodeado de montañas, Adara y Pablo demostraron que su amor no solo los unió a ellos, sino a toda su comunidad.
Fin.
FIN.