Nuevos amigos, nuevos momentos



Ailin estaba muy triste desde que Jony se fue al cielo. Ya no podía jugar con él como antes y extrañaba su risa contagiosa y sus abrazos cálidos.

Milagros, su mamá, intentaba hacerla sentir mejor pero Ailin seguía sintiéndose sola y triste. Un día, mientras estaba en el parque jugando sola, se encontró con un niño llamado Tomás. Él parecía estar solo también así que Ailin decidió acercarse a él.

Al principio estaban tímidos pero luego empezaron a hablar y jugar juntos. "¿Quieres jugar conmigo?" preguntó Tomás. "Sí, me encantaría" respondió Ailin sonriendo tímidamente. Los dos niños comenzaron a correr por el parque y a reír juntos.

Ailin se había olvidado de lo triste que estaba por un momento y simplemente disfrutaba del juego con su nuevo amigo. "¡Mira! ¡Puedo saltar más alto!" gritó Tomás mientras saltaba en el trampolín. "¡Yo también puedo!" respondió Ailin emocionada mientras subía al trampolín también.

Así pasaron la tarde juntos hasta que llegó la hora de irse a casa. Ailin se despidió de Tomás con una gran sonrisa en su rostro.

Cuando llegó a casa le contó todo a su mamá sobre lo divertido que había sido jugar con Tomás en el parque. Milagros estaba feliz de verla contenta de nuevo. "Me alegra verte feliz otra vez mi amor" dijo Milagros dándole un abrazo cálido.

"Sí, fue muy divertido jugar con Tomás" respondió Ailin sonriendo. A partir de ese día, Ailin comenzó a hacer nuevos amigos en el parque y a disfrutar de jugar con ellos.

Si bien extrañaba mucho a Jony, aprendió que la vida continúa y que siempre habrá nuevas personas para conocer y momentos divertidos por vivir.

FIN.

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