Nut, la niña que se convirtió en diosa



En un pequeño pueblo de Egipto, donde el sol brilla intensamente y las palmeras susurran al viento, vivía una niña llamada Nut. Nut era una niña curiosa y valiente, siempre con una sonrisa radiante y los ojos llenos de sueños. Su mayor deseo era explorar el mundo más allá de su aldea y descubrir los secretos que esconde el desierto.

Un día, mientras caminaba por la orilla del Nilo, Nut encontró un extraño objeto brillante enterrado en la arena. Era un pequeño amuleto en forma de estrella.

"¿Qué será esto?" - se preguntó Nut, levantando el amuleto y admirando su belleza.

De repente, una suave brisa la rodeó y una voz melodiosa resonó en su mente.

"Saludar a un alma valiente, has despertado mi poder, pequeña Nut."

Sorprendida pero emocionada, Nut respondió:

"¿Quién eres?"

"Soy la diosa del cielo. He estado buscando a alguien digno de asumir mi papel en la tierra. Te he elegido a ti, Nut."

Nut sintió un escalofrío de emoción y también un poco de miedo.

"¿Y qué significa eso? ," preguntó.

"Significa que tendrás el poder de cuidar y proteger a tu pueblo. Pero también conlleva grandes responsabilidades. ¿Estás lista para ello?"

Nut, sintiendo que su corazón latía con fuerza, asintió con determinación.

"¡Sí! Estoy lista.¨

Con un brillo especial en su mirada, Nut se sintió transformada. Los colores del cielo comenzaron a girar a su alrededor, y de repente, se encontró volando sobre las pirámides, observando las vastas tierras que una vez había soñado explorar. Sin embargo, notó que la gente del pueblo estaba preocupada. Había escasez de agua y el Nilo no estaba fluyendo como debería.

"Debo ayudar a mi pueblo," pensó Nut, descendiendo rápidamente hacia el río.

Nut, usando su nuevo poder, conmovió al Nilo.

"Por favor, querido Nilo, vuelve a dar vida a nuestras tierras."

El río comenzó a burbujear y poco a poco, el agua fluyó de nuevo. La gente del pueblo, al ver el hermoso espectáculo, salió de sus casas y miró con asombro.

"¡Miren! ¡El Nilo ha regresado!" - gritó uno de los aldeanos, con lágrimas de alegría en sus ojos.

Nut sonrió, pero había un desafío por delante. No solo necesitaba restaurar el agua, también debía enseñar a su pueblo a cuidar mejor su entorno y valorar lo que tenían.

"Quizás, debería compartir mi poder con los demás."

Así que decidió hacer una reunión en la plaza, y cuando todos se reunieron, comenzó a hablar:

"Amigos, yo tengo el poder de cuidar y proteger, pero cada uno de ustedes también puede ayudar. ¿Qué pueden hacer para cuidar nuestro querido Nilo?"

La gente comenzó a compartir sus ideas.

"Podemos plantar árboles para que la tierra no se seque."

"Podemos recolectar el agua de lluvia y usarla con sabiduría."

"Y también podemos aprender de la naturaleza y respetar su ciclo."

Nut escuchó cada idea y, con su poder como nueva diosa del cielo, usó su magia para ayudar a implementar cada propuesta. Con el tiempo, el Nilo se convirtió en un símbolo de vida y belleza, gracias a los esfuerzos de la comunidad.

Al ver cómo todos trabajaban juntos, Nut comprendió que ser una diosa no solo era tener poder, sino guiar y aprender de los demás. Con sus enseñanzas, la niña se ganó el corazón de todos, y desde ese día, Nut se convirtió en la diosa del cielo y protectora de su pueblo.

Y así, Nut no solo se transformó en una diosa, sino que también enseñó a su comunidad a cuidar de su mundo, recordándoles que los verdaderos héroes son aquellos que trabajan juntos por un bien común.

-Todas las noches, cuando el sol se ponía, Nut miraba hacia el horizonte, sonriendo.

"He encontrado mi lugar en el mundo. Jabón de estar aquí."

Y desde entonces, su nombre perduró en el tiempo, como un recordatorio de que con valentía y amor, cualquier sueño puede hacerse realidad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!