Nutrias en acción



Había una vez, en la hermosa Región de Murcia, un río llamado Segura que solía ser limpio y cristalino.

Sin embargo, debido a la contaminación causada por las actividades humanas, el río se volvió sucio y peligroso para los animales que vivían allí. En ese mismo lugar vivían dos nutrias muy especiales llamadas Luna y Sol. Eran amigas desde que eran pequeñas y siempre estaban juntas explorando el río.

Pero un día, mientras jugaban cerca de la orilla del río, Luna notó algo muy extraño. "Sol, mira eso", dijo Luna señalando hacia el agua contaminada. "Nuestro hogar está en peligro". Sol miró con tristeza cómo el agua estaba llena de basura y productos químicos tóxicos.

Sabía que era hora de hacer algo al respecto. Juntos decidieron buscar ayuda para salvar su hogar y le contaron a sus amigos animales sobre la situación del río Segura.

Todos estuvieron de acuerdo en que debían hacer algo para detener la contaminación. Luna y Sol fueron hasta el pueblo más cercano donde vivían dos niños muy curiosos llamados Mateo y Sofía. Tenían solo 5 años pero eran valientes e inteligentes.

"Hola Luna y Sol", saludaron los niños emocionados al ver a las nutrias acercarse a ellos. "¿Qué hacen aquí?"Las nutrias les explicaron sobre la contaminación del río Segura y cómo afectaba a todos los animales que vivían allí.

Mateo y Sofía escucharon atentamente mientras las nutrias les mostraban fotos de cómo era antes el río. "¡Tenemos que hacer algo!", exclamó Sofía decidida. "No podemos permitir que nuestros amigos los animales sufran".

Mateo asintió y juntos pensaron en un plan para limpiar el río Segura. Decidieron organizar una campaña de limpieza con la ayuda de sus padres, vecinos y amigos. El día de la campaña llegó y mucha gente se unió a ellos.

Todos llevaban guantes, bolsas y herramientas para reagarrar la basura del río. Era increíble ver cómo el pueblo se unía por una buena causa. Mientras recogían la basura, Luna y Sol nadaban alegremente alrededor de los voluntarios, agradecidos por su esfuerzo.

Poco a poco, el río Segura volvía a lucir limpio y saludable. Después de horas de arduo trabajo, finalmente terminaron. El río Segura estaba libre de contaminación gracias al esfuerzo conjunto de todos.

Luna y Sol se acercaron a Mateo y Sofía para darles las gracias por su valentía y determinación. "Gracias por ayudarnos a salvar nuestro hogar", dijo Luna emocionada mientras abrazaba a los niños. "De nada", respondió Mateo sonriendo. "Todos debemos cuidar nuestro entorno y protegerlo".

Desde ese día, Mateo, Sofía, Luna y Sol se convirtieron en grandes amigos. Juntos siguieron trabajando para mantener limpio el río Segura e inspirar a otros a cuidar del medio ambiente.

Y así fue como dos pequeños niños demostraron que no importa cuán jóvenes sean, todos podemos marcar la diferencia si nos unimos y trabajamos juntos por una causa justa.

FIN.

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