Olaya y el misterio del álbum de cartas Pokémon

Olaya era una niña con una gran pasión por los misterios y las aventuras. Siempre soñó con convertirse en una detective famosa, al igual que los personajes de sus libros favoritos. Afortunadamente, contaba con la compañía de su perrita Gala, una simpática y astuta cocker spaniel que jamás se separaba de su lado.

Un día, Olaya recibió una llamada de sus primos Aitor y Aitana. Estaban desesperados: ¡habían perdido su preciado álbum de cartas Pokémon! Sin dudarlo, Olaya se puso su lupa alrededor del cuello, agarró su libreta de notas y se dispuso a resolver el misterio.

- Gala, ¡tenemos un nuevo caso! –exclamó Olaya, emocionada.

- ¡Woof! –respondió Gala moviendo la cola.

Los primos de Olaya le contaron que la última vez que habían visto el álbum de cartas Pokémon fue en el parque. Sin perder tiempo, Olaya y Gala se dirigieron hacia allí, listas para enfrentarse a cualquier desafío que se les presentara.

Llegaron al parque y comenzaron a buscar pistas. Gala olfateaba el suelo, mientras Olaya revisaba cada rincón. De repente, Gala comenzó a ladrar y corrió hacia un arbusto. Olaya la siguió y descubrió que Gala había encontrado una carta Pokémon debajo de unas hojas.

- ¡Buen trabajo, Gala! Esto significa que estamos en el lugar correcto –dijo Olaya, animada.

Decidieron interrogar a las personas que se encontraban en el parque para obtener más pistas. Después de hablar con varios lugareños, un anciano les dijo que había visto a dos niños llevándose un álbum de cartas Pokémon hace unos días. Con esta valiosa pista, Olaya y Gala se dirigieron hacia la casa de esos niños.

Llamaron a la puerta y los niños, algo asustados, les contaron que habían encontrado el álbum en el parque y lo habían guardado. Sin darse cuenta, lo habían dejado olvidado en su casa. Aitor y Aitana recuperaron su álbum, agradeciendo enormemente a Olaya y Gala por resolver el misterio.

Desde ese día, Olaya se volvió conocida en el vecindario como la detective más astuta y valiente, y Gala se convirtió en su fiel compañera de aventuras. Juntas aprendieron que con ingenio, valentía y trabajo en equipo, no hay misterio que no puedan resolver.