Oli y los Números Mágicos


En un hermoso bosque encantado vivían numerosos seres mágicos y criaturas fantásticas. Entre ellos se encontraban los Números Pares e Impares, dos personajes peculiares que siempre estaban discutiendo sobre cuál era el mejor.

Un día, mientras caminaban por el bosque, se encontraron con una oruga muy especial llamada Oli. Oli les contó que estaba triste porque no podía decidir si quería convertirse en mariposa o seguir siendo oruga para siempre.

Los Números Pares e Impares se miraron y supieron al instante que tenían que ayudar a su nueva amiga. Decidieron organizar un concurso para ver quién lograba convencer a Oli de tomar una decisión.

"Yo, como número par, te propongo que te conviertas en mariposa", dijo Par. "¡No escuches a Par! Como número impar, te digo que lo mejor es que sigas siendo una oruga", respondió Impar. Oli los escuchaba atentamente, pero aún no podía decidirse.

Fue entonces cuando una hada madrina del bosque apareció y les propuso una solución: realizar una serie de pruebas para demostrar quién entendía mejor los deseos de Oli. La primera prueba consistía en recorrer todo el bosque encantado y encontrar la flor más hermosa.

Par eligió ir por el camino derecho, mientras que Impar prefirió tomar el sendero izquierdo.

Después de mucho buscar, ambos encontraron la misma flor: ¡una flor mitad rosa (número impar) y mitad azul (número par)! La segunda prueba era descubrir qué sonido le gustaba más a Oli: si el canto de los pájaros al amanecer o el susurro del viento entre los árboles al atardecer. Par eligió el canto de los pájaros y Impar prefirió el susurro del viento.

Pero cuando llegó la noche, descubrieron que a Oli le gustaba escuchar ambos sonidos juntos. Finalmente, la última prueba consistía en encontrar la manera de hacer feliz a Oli sin importar su elección: ser mariposa o seguir siendo oruga.

Fue entonces cuando Par e Impar comprendieron que lo más importante era respetar la decisión de su amiga y apoyarla en cualquier camino que ella eligiera.

Al final del día, Oli tomó una decisión inesperada: decidió convertirse en mariposa durante unos días para experimentar esa transformación tan hermosa, pero luego regresar a ser oruga para disfrutar también de esa etapa tan especial en su vida.

Los Números Pares e Impares aprendieron una valiosa lección sobre respeto, amistad y aceptación de las diferencias. Juntos comprendieron que cada ser tiene su propio camino por recorrer y que lo importante es estar ahí para apoyarse mutuamente en cada paso del viaje por la vida.

Y así, entre risas y abrazos, continuaron explorando juntos el mágico bosque encantado donde todo era posible si se creía en ello con todo el corazón.

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