Oliver y la linterna mágica


En una ciudad muy lejana, donde los colores brillaban más que en ningún otro lugar, vivía un pequeño búho llamado Oliver.

Oliver era diferente a los demás búhos, ya que le encantaba explorar la ciudad de noche con su linterna mágica. Esta linterna tenía el poder de iluminar todo a su alrededor con los colores más vibrantes y hermosos que se pudieran imaginar.

Una noche, mientras Oliver volaba por las calles de la ciudad con su linterna brillando intensamente, escuchó un llanto proveniente de un callejón oscuro. Curioso, decidió acercarse para ver qué pasaba. Para su sorpresa, encontró a un grupo de animales tristes y desanimados.

"¿Qué les pasa amigos? ¿Por qué están tan tristes?" preguntó Oliver con voz amable. Un conejo explicó que habían perdido sus colores debido a la oscuridad que reinaba en la ciudad desde hacía mucho tiempo. Sin los colores, se sentían apagados y sin vida.

"¡No se preocupen amigos! Con mi linterna mágica puedo devolverles sus colores", exclamó emocionado Oliver. Sin perder un segundo, Oliver comenzó a iluminar a cada uno de los animales con su linterna mágica.

Pronto, el conejo recuperó su pelaje blanco como la nieve; el zorro volvió a lucir su pelaje rojo brillante; el pavo real desplegó sus plumas multicolores; y así uno por uno todos los animales recuperaron sus hermosos colores.

Los animales no podían contener la emoción y empezaron a correr por la ciudad mostrando orgullosos sus nuevos tonos vivos y brillantes. La noticia sobre el milagroso regreso de los colores se esparció rápidamente por toda la ciudad y pronto todos salieron a las calles para ver lo que estaba pasando.

La gente quedó maravillada al ver cómo los animales lucían tan radiantes y felices gracias al búho Oliver y su linterna mágica.

Desde ese día en adelante, la ciudad nunca volvió a estar sumida en la oscuridad, ya que cada noche Oliver salía con su linterna para iluminarla con todos los colores del arcoíris.

Y así, gracias a la valentía y generosidad de un pequeño búho llamado Oliver, tanto animales como personas aprendieron una importante lección: siempre hay luz y color incluso en las situaciones más oscuras si tenemos el coraje de buscarlos. Y es así como esta historia inspiradora se convirtió en leyenda en aquella maravillosa ciudad llena de magia y alegría.

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