Olivia, la niñera sabia



Había una vez dos niños muy traviesos llamados Pepito y Jazmina. Les encantaba hacer travesuras en su casa cuando su niñera, Olivia, no estaba mirando.

Un día, mientras Olivia estaba cocinando la cena en la cocina, los niños decidieron jugar al escondite. Pepito se escondió detrás del sofá y Jazmina se metió debajo de la mesa del comedor. Olivia empezó a buscarlos por toda la casa, pero no podía encontrarlos.

"¿Dónde están esos niños?"- murmuró ella para sí misma. Finalmente, después de un rato buscando sin éxito, escuchó unas risitas que venían del cuarto de juegos. Cuando entró allí encontró a los dos niños saltando sobre el sofá como si fuera un trampolín.

"¡Chicos! ¿Qué están haciendo? ¡Bajen de ahí ahora mismo!"- les gritó Olivia. Los niños bajaron rápidamente del sofá con caras avergonzadas y pidieron perdón por haberse portado mal.

Sin embargo, eso no fue suficiente para convencer a Olivia de que todo estaba bien. "Esto no puede seguir así chicos. Necesitan aprender a comportarse mejor"- dijo ella seriamente-. "Voy a tener que hablar con sus padres sobre lo que ha pasado hoy".

Pepito y Jazmina se sintieron terriblemente mal por haber decepcionado a su niñera y sabían que iban a estar en problemas cuando sus padres llegaran a casa esa noche.

Mientras esperaban nerviosamente sentados en el sillón del living room, Olivia decidió enseñarles una lección importante acerca de las consecuencias de sus acciones. "Chicos, sé que están preocupados por lo que les va a pasar cuando lleguen sus padres. Pero quiero que sepan algo: cada acción tiene una consecuencia.

Si hacen algo malo, van a tener que enfrentar las consecuencias". Los niños asintieron con la cabeza en silencio. "Pero también quiero enseñarles otra cosa importante: siempre hay tiempo para rectificar nuestros errores.

Si se portan bien y aprenden de lo que han hecho mal, pueden hacer las cosas mejor la próxima vez". Pepito y Jazmina entendieron el mensaje de Olivia y prometieron comportarse mejor en el futuro.

Cuando llegaron sus padres esa noche, los niños les contaron todo lo sucedido y pidieron perdón por haberse portado tan mal. A pesar de estar un poco molestos al principio, los padres de Pepito y Jazmina estaban felices de escuchar que sus hijos habían aprendido una lección valiosa sobre las consecuencias y el arrepentimiento.

Desde ese día en adelante, Pepito y Jazmina se portaron mucho mejor en casa cuando su niñera estaba presente. Se dieron cuenta de que ser traviesos no era tan divertido si tenían que enfrentar las consecuencias negativas después.

Olivia estaba muy orgullosa de ellos por haber aprendido esa lección importante sobre la responsabilidad personal y el arrepentimiento. Y así termina esta historia donde dos niños traviesos aprenden una valiosa lección gracias a su niñera sabia e inspiradora llamada Olivia.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!