Olivia y el misterio del sol y las estrellas


Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Olivia. Tenía tres años y unos rulos tan hermosos que parecían hechos de oro.

Olivia era muy curiosa y siempre tenía mil preguntas para su mamá Taila. Una tarde soleada, mientras jugaban en el jardín, Olivia miró a su mamá con esos ojitos brillantes y le preguntó: "Mamá, ¿por qué el cielo es azul?".

Taila sonrió y comenzó a explicarle sobre la atmósfera y la dispersión de la luz, pero las respuestas científicas eran un poco complicadas para una niña de tres años. En ese momento, apareció Nico, el papá de Olivia. Siempre estaba listo para ayudar en situaciones como estas.

Con una sonrisa pícara, Nico se acercó a su hija y le dijo: "-Olivia, el cielo es azul porque a los pájaros les encanta pintarlo todas las mañanas con sus alas multicolores".

Olivia soltó una carcajada y exclamó: "-¡Eso no es verdad, papá!". Pero la respuesta divertida de Nico logró sacarle una risa tanto a ella como a Taila.

Poco después, mientras merendaban bajo la sombra de un árbol, Olivia señaló al horizonte y preguntó: "-¿Por qué el sol se esconde por las noches?". Esta vez fue el turno de Taila para intentar explicarle sobre la rotación terrestre y el día y la noche.

Nico intervino nuevamente con su creatividad: "-Olivia, el sol se va a dormir porque tiene que recargar energías para iluminarnos con más fuerza mañana". La niña rió emocionada ante esta respuesta tan imaginativa. Así pasaron la tarde entre risas, juegos e infinitas preguntas de Olivia.

Cada vez que surgía una duda difícil de responder para los adultos, Nico encontraba la manera perfecta de convertirla en algo divertido y mágico para su pequeña hija.

Al final del día, cuando el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte pintando el cielo con colores cálidos, Olivia abrazó a sus papás y les dijo: "-Gracias por responderme todas mis preguntas locas hoy. Los quiero mucho".

Y en ese momento supieron que no importaba cuán difíciles fueran las preguntas de Olivia; juntos encontrarían las respuestas más maravillosas del mundo.

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