Olivia y la vocal O


Había una vez en un lejano bosque, un grupo de animales muy curiosos que siempre estaban buscando aprender cosas nuevas.

Entre ellos se encontraba Olivia, una simpática osita perezosa que tenía mucha curiosidad por descubrir el mundo que la rodeaba. Un día, mientras caminaba por el bosque, Olivia se encontró con Otto, un búho sabio y amigable que vivía en lo alto de un árbol.

Otto siempre estaba dispuesto a enseñar cosas nuevas a los demás animales del bosque. "¡Hola, Olivia! ¿Qué tal estás hoy?" -saludó Otto con entusiasmo. "¡Hola, Otto! Estoy muy bien, gracias. ¿Qué estás haciendo aquí arriba?" -preguntó Olivia con curiosidad.

"Estoy observando el bosque y escuchando atentamente todos los sonidos que nos rodean. ¿Te gustaría acompañarme y descubrir algo nuevo hoy?" -propuso Otto con una sonrisa. Olivia asintió emocionada y subió al árbol para estar junto a su amigo búho.

Desde allí arriba podían ver todo el bosque y escuchar los cantos de los pájaros y el murmullo del viento entre las hojas de los árboles.

"¿Sabías que la vocal —"o"  es muy importante en nuestro idioma? Muchas palabras comienzan o terminan con esa vocal" -explicó Otto mientras señalaba hacia el horizonte. Olivia se quedó pensativa por un momento y luego preguntó: "¿Puedes darme algunos ejemplos de palabras con la vocal —"o" ?""¡Claro que sí! Por ejemplo, tenemos la palabra —"oso" , que es lo que eres tú.

También está —"sol" , que ilumina nuestros días; —"bosque" , donde vivimos; —"coco" , una fruta deliciosa; —"flor" , tan hermosa como tú... ¡y muchas más!" -enumeró Otto con alegría.

Olivia sonrió emocionada al escuchar todas esas palabras y decidió poner en práctica lo aprendido ese mismo día. Comenzó a observar detenidamente cada objeto del bosque e identificar las vocales en sus nombres.

Con el paso de los días, Olivia se convirtió en una experta en reconocer la vocal —"o"  en todas las palabras que veía u oía. Estaba tan orgullosa de sus nuevos conocimientos que decidió compartirlos con todos los demás animales del bosque.

Gracias a la enseñanza de Otto y la curiosidad de Olivia, todos aprendieron a apreciar la importancia de la vocal —"o"  en su lenguaje cotidiano. Y así, juntos siguieron explorando y descubriendo maravillas en aquel mágico bosque donde las letras cobraban vida.

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