Olivia y sus juguetes generosos


Olivia era una niña muy alegre y divertida, con rulos rubios que le caían por los hombros. Su mejor amigo era su perro Ramón, un labrador juguetón y cariñoso que siempre estaba dispuesto a jugar con ella.

A Olivia le encantaba disfrazarse de Elsa, la princesa de Frozen, y jugar a hacer magia con sus poderes de hielo. Ramón se divertía mucho viéndola mover las manos como si estuviera conjurando hechizos mágicos.

Un día, mientras jugaban en el jardín, Olivia vio por la ventana a unos niños vecinos que no tenían juguetes para jugar. Se sintió triste al pensar en ellos y decidió compartir sus juguetes con ellos.

"Ramón, ¿quieres ayudarme a llevar algunos de mis juguetes para regalarlos?"- preguntó Olivia emocionada. Ramón movió la cola emocionado y ladró como diciendo "sí". Así que Olivia tomó una caja grande y comenzaron a llenarla con muñecas, pelotas y juegos de mesa.

Luego salieron al encuentro de los niños vecinos. "Hola chicos"- dijo Olivia sonriendo-. "¿Quieren jugar con nosotros?"Los niños se sorprendieron al ver tanta generosidad en una niña tan pequeña. Pero aceptaron felizmente la invitación e iniciaron un juego juntos.

Mientras tanto Ramón disfrutaba correteando detrás del balón junto a los nuevos amigos de Olivia. Después del juego los niños se despidieron contentos gracias al gesto bondadoso de esta pequeña niña.

"Olivia eres muy amable y generosa"- dijo Ramón lamiendo la cara de Olivia. "¡Gracias, Ramón! Me gusta compartir mis juguetes con los demás. Y me divertí mucho jugando con ellos también"- respondió Olivia acariciando a su perro.

Desde ese día, Olivia aprendió que compartir es una de las cosas más importantes en la vida. Y siempre se sintió feliz al ver a otros niños felices gracias a sus acciones bondadosas. Y así, Olivia y Ramón siguieron jugando juntos, disfrutando cada momento lleno de risas y diversión.

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