Orangutanes en la Selva

Había una vez una selva muy grande y hermosa en la que vivían muchos animales. Pero un día, algo extraño sucedió: aparecieron unos orangutanes en la selva.

Los demás animales no sabían qué hacer con ellos, ya que nunca habían visto nada parecido. Los orangutanes eran grandes y animals, con brazos largos y fuertes.

Al principio, algunos de los otros animales se asustaron de ellos, pero pronto se dieron cuenta de que los orangutanes eran amables y simpáticos. Un grupo de monos se acercó a hablar con ellos:- Hola -dijo el mono más valiente-. ¿Quiénes son ustedes? -Somos orangutanes -respondió uno de los nuevos visitantes-. Venimos de otra selva cercana. -¡Qué interesante! -exclamó el mono-.

Nunca habíamos visto orangutanes antes. -¿Podemos quedarnos aquí? -preguntó otro orangután-. Nuestra selva ha sido invadida por humanos y ya no es segura para nosotros. Los monos discutieron entre sí durante un momento, pero finalmente aceptaron dejarlos quedarse.

Los demás animales también estaban curiosos por conocer a los nuevos visitantes, así que organizaron una gran bienvenida para ellos. Durante las siguientes semanas, todos los animales convivieron juntos pacíficamente en la selva.

Los orangutanes ayudaban a recolectar frutas y nueces para todos, mientras que los pájaros les enseñaban cómo construir nidos seguros para dormir. Incluso algunos leones jóvenes aprendieron técnicas nuevas de caza gracias a las habilidades de los orangutanes.

Pero un día, mientras todos estaban disfrutando del sol en la selva, se escuchó un ruido extraño. Era el sonido de una sierra eléctrica y venía desde el otro lado de la montaña. -¿Qué es eso? -preguntó uno de los orangutanes con preocupación.

-Esos son humanos -respondió uno de los monos-. Vienen a talar árboles para construir casas y edificios. Los animales se miraron unos a otros con temor.

Sabían que la llegada de los humanos significaba problemas para ellos y su hogar en la selva. Los orangutanes decidieron actuar rápidamente. Con sus fuertes brazos, comenzaron a bloquear el camino hacia la selva para detener a las máquinas que talaban árboles.

Los demás animales se unieron a ellos, formando una barrera humana para proteger su hogar. Los humanos intentaron empujarlos y apartarlos, pero no pudieron vencer la fortaleza combinada de todos los animales juntos. Finalmente, se dieron por vencidos y regresaron por donde habían venido.

Todos celebraron juntos su victoria contra los humanos invasores. Y aunque sabían que tendrían que estar alerta siempre ante futuras amenazas, también supieron que podían contar unos con otros en momentos difíciles gracias al valor y fuerza demostrados por esos amigables orangutanes recién llegados.

Desde entonces, todos vivieron felices juntos en su hogar entre las ramas altas de la selva llena de vida y aventuras emocionantes. .