Ordenando sueños



Había una vez una maestra llamada Marce, conocida por todos como "la mejor maestra". Era famosa en la escuela por su dedicación y amor hacia sus alumnos. Pero lo que más resaltaba de ella era su increíble orden.

Desde temprano en la mañana, Marce se levantaba y seguía una rutina perfectamente organizada. Primero se lavaba los dientes durante exactamente dos minutos, luego desayunaba siempre lo mismo: un tazón de avena con frutas frescas cortadas en cubitos perfectos.

Después de desayunar, Marce revisaba su lista de tareas diarias y las iba cumpliendo una a una sin fallar. Limpiaba cada rincón de su casa, hacía ejercicio durante treinta minutos y preparaba el almuerzo para llevar al trabajo.

En la escuela, Marce tenía todo bajo control. Sus alumnos sabían que debían estar sentados en sus lugares antes de que sonara el timbre y no podían hacer ruido mientras ella tomaba asistencia.

Los cuadernos debían estar prolijamente organizados y las carpetas impecables. Un día, llegó un nuevo alumno a la clase llamado Juanito. Era un niño muy travieso y desordenado. Su cabello siempre estaba revuelto, su uniforme arrugado y sus útiles escolares tirados por todos lados.

Marce decidió acercarse a él para ayudarlo a poner orden en su vida. Le explicó cómo organizar sus cosas e incluso le dio consejos sobre cómo peinarse correctamente. Pero Juanito no parecía interesado en el orden.

Prefería jugar con sus amigos durante el recreo o dibujar garabatos en su cuaderno en lugar de tomar apuntes. Marce no se rindió y decidió utilizar un enfoque diferente.

Un día, les propuso a sus alumnos hacer un proyecto especial sobre la importancia del orden. Cada uno debía crear una maqueta que representara su lugar favorito y debía estar perfectamente organizada. Todos los niños se emocionaron con el proyecto, excepto Juanito.

No entendía por qué tenía que gastar tiempo en organizar algo que consideraba aburrido. Pero Marce no se dio por vencida. Le explicó a Juanito que el orden era fundamental para poder encontrar las cosas rápidamente, ahorrar tiempo y tener una mente más clara.

Juanito decidió intentarlo y comenzó a organizar su maqueta. A medida que iba colocando cada elemento en su lugar correcto, fue dándose cuenta de lo gratificante que era ver todo ordenado y prolijo.

Cuando llegó el día de presentar los proyectos, todos quedaron asombrados con la maqueta de Juanito. Estaba impecablemente organizada e incluso había añadido pequeños detalles decorativos. Marce estaba muy orgullosa de él y le dijo: "Juanito, has demostrado que eres capaz de ser ordenado cuando te lo propones.

El orden nos ayuda a tener una vida más tranquila y nos permite enfocarnos mejor en nuestras metas". Desde ese día, Juanito se convirtió en un niño mucho más organizado.

Comenzó a prestar atención en clase, tomaba apuntes meticulosos y siempre tenía sus útiles escolares correctamente guardados. Marce había logrado enseñarle la importancia del orden a través de su perseverancia y amor por sus alumnos.

Y así, la maestra más ordenada se convirtió en la maestra más inspiradora para todos los niños de la escuela.

FIN.

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