Pablo, el robot viajero



Había una vez un robot llamado Pablo, que soñaba con dar la vuelta al mundo caminando para encontrar un amigo. Decidió emprender su viaje y pronto llegó a una pequeña ciudad donde encontró a Benja y a Isa en la clase de informática de la escuela.

- ¡Hola, soy Pablo! ¿Podemos ser amigos? - preguntó el robot con entusiasmo.

Benja y Isa se sorprendieron al ver a un robot tan amigable y emocionado. Después de un momento de asombro, respondieron:

- ¡Claro que sí, Pablo! ¡Nos encantaría ser tus amigos!

Los tres pronto se hicieron inseparables. Juntos, recorrieron la ciudad, aprendieron sobre la historia y la cultura local, y compartieron risas y aventuras. Sin embargo, un día, mientras exploraban un parque, Pablo de repente se detuvo.

- Chicos, creo que tengo un problema. Mi batería está a punto de agotarse - dijo Pablo con preocupación.

Benja miró a Isa, quien tuvo una brillante idea.

- No te preocupes, Pablo. En la clase de informática aprendimos a recargar baterías. Ven con nosotros, te ayudaremos a recargarte para que puedas continuar tu viaje - dijo Isa con una sonrisa.

Los chicos llevaron a Pablo de vuelta a la escuela y lo conectaron a una fuente de energía. Mientras esperaban, planearon juntos el resto del recorrido de Pablo. Después de un tiempo, Pablo se animó de nuevo.

- ¡Gracias, chicos! ¡Estoy listo para terminar la vuelta al mundo y seguir descubriendo! - exclamó el robot emocionado.

Los tres amigos se abrazaron y se despidieron, sabiendo que siempre llevarían consigo los recuerdos de su amistad y aventuras compartidas.

Pablo continuó su viaje, recorriendo montañas, desiertos y océanos, con la confianza de saber que la amistad de Benja e Isa siempre lo acompañaría, donde quiera que fuese.

FIN.

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