Palomas y respeto


Había una vez en Perú, un pequeño niño llamado Juan, que le encantaba jugar y correr por las calles de su barrio. Un día, mientras caminaba por la plaza central, se encontró con su amigo Fabricio.

- ¡Hola Juan! ¿Qué haces aquí? - preguntó Fabricio. - Hola Fabricio, estaba paseando un poco. ¿Y tú? - Yo vine a ver si puedo alimentar a las palomas de la plaza. Me encanta ver cómo vuelan alrededor mío.

Juan nunca había alimentado palomas antes y le pareció una idea divertida. Así que decidió acompañar a su amigo en esta aventura. Cuando llegaron a la plaza, comenzaron a esparcir semillas para que las palomas pudieran comerlas.

Pero de repente, comenzaron a llegar más y más palomas hasta el punto en que se volvieron agresivas y empezaron a atacarlos. - ¡Ayuda Fabricio! Las palomas me están picoteando - gritó Juan asustado. Fabricio intentó espantarlas pero no tuvo éxito.

En ese momento apareció el señor Ramiro, un anciano del barrio muy sabio y respetado por todos los vecinos. - ¿Qué está pasando chicos? - preguntó el señor Ramiro al verlos asustados.

Juan le contó lo que había pasado y el señor Ramiro les explicó:- Las palomas son animales muy inteligentes y pueden reconocer cuando alguien les quiere hacer daño o simplemente jugar con ellas. Si queremos interactuar con ellas debemos hacerlo con cuidado y respeto hacia su espacio.

Los niños entendieron lo que les dijo el señor Ramiro y decidieron intentarlo de nuevo. Esta vez, esparcieron las semillas con cuidado y se mantuvieron alejados para no invadir el espacio de las palomas.

Poco a poco, las palomas comenzaron a acercarse y a comer pacíficamente. Los niños estaban felices al verlas tan tranquilas y relajadas. - Gracias señor Ramiro por enseñarnos cómo interactuar con las palomas - dijo Juan.

- De nada chicos, siempre es importante aprender a respetar la naturaleza y los animales que nos rodean - respondió el señor Ramiro sonriendo. Desde ese día en adelante, Juan y Fabricio visitaban la plaza todos los días para alimentar a las palomas de manera responsable y respetuosa.

Y así aprendieron una valiosa lección sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y el respeto hacia los seres vivos que lo habitan.

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