Pañales con amor



Micaela era una adolescente muy especial. A pesar de tener 15 años, aún usaba pañales, chupón y biberón. Pero ella no quería que nadie lo supiera, especialmente sus amigas de la escuela, Ruth, María y Paula.

Un día, mientras estaban en el recreo del colegio, las chicas notaron algo extraño en Micaela. Se dieron cuenta de que tenía un pañal debajo de su uniforme escolar.

Al principio se sorprendieron mucho y no sabían qué hacer o decir al respecto. Pero después de un rato hablando entre ellas decidieron acercarse a Micaela para preguntarle sobre su secreto.

Al principio ella trató de negarlo todo pero finalmente les confesó la verdad: seguía usando pañales porque tenía problemas para controlar su vejiga. Las chicas se quedaron sorprendidas por un momento pero después comenzaron a apoyarla incondicionalmente. Le dijeron que no había nada malo en usar pañales si eso era lo que necesitaba para sentirse cómoda y segura.

Micaela estaba muy emocionada al ver cómo sus amigas la aceptaban tal como era y decidió mostrarles todos los demás objetos infantiles que usaba también: el chupón y el biberón.

Paula fue la primera en comentar "¡Que lindo está ese chupete! ¿Me prestás?" Un poco avergonzada Micaela le dio el chupete a Paula quien lo probó por unos segundos pero luego le devolvió con una sonrisa "no es mi estilo" dijo riendoA partir de ese momento las cuatro chicas comenzaron a jugar juntas con los juguetes de Micaela, a veces disfrazándose de bebés y otras simplemente pasando el rato en su casa.

A pesar de que al principio fue difícil para Micaela compartir su secreto con sus amigas, se dio cuenta de que no tenía nada de qué avergonzarse.

Un día, mientras jugaban juntas en la casa de Micaela, llegó su hermana mayor y las encontró jugando con los objetos infantiles. Al principio se sorprendió mucho pero luego les preguntó si les gustaría participar en una campaña solidaria para recolectar pañales y otros productos para bebés necesitados.

Micaela estaba muy emocionada por la idea y decidió organizar una colecta junto a sus amigas. Juntas lograron recolectar muchos pañales, ropita y juguetes para bebés que donaron a un hogar cercano.

A medida que pasaba el tiempo las chicas se fueron dando cuenta de que cada uno tiene sus propias particularidades y eso es lo que nos hace únicos e interesantes. La amistad entre ellas se fortaleció aún más gracias a la honestidad y apertura que habían compartido.

Ahora Micaela ya no oculta su secreto ante nadie, incluso cuando tiene visitas en su casa deja a simple vista sus objetos infantiles sin vergüenza alguna.

Y sus tres grandes amigas siempre están ahí para demostrarle lo importante e incondicional que es el verdadero amor entre amigos.

FIN.

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