Pañalitos y amistad



Había una vez una chica llamada Amy, a quien le gustaba usar pañal. No era porque tuviera algún problema médico, simplemente se sentía más cómoda así.

Pero un día, en la escuela, fue descubierta por Joan, otra chica de su edad. Joan comenzó a burlarse de Amy y ponerla en situaciones vergonzosas frente a los demás estudiantes. Amy se sintió muy triste y sola, pero no sabía cómo solucionar el problema.

Un día, después del colegio, Joan se acercó a Amy y le pidió disculpas por haberla tratado mal. Le dijo que había estado equivocada al juzgarla sin saber nada sobre ella.

Amy estaba sorprendida por las palabras de Joan y lentamente comenzaron a hablar más seguido. Descubrieron que tenían muchas cosas en común además del gusto por usar pañal. Poco a poco fueron formando una relación especial entre ellas dos. Empezaron a compartir sus miedos e inseguridades y ayudarse mutuamente para superarlos.

Amy tenía un gran conflicto interno: ¿Debería aceptar a Joan como novia? A pesar de su amor por ella, temía lo que la gente pudiera decir o pensar sobre ellas dos usando pañales.

Un día mientras caminaban juntas en el parque, Joan tomó la mano de Amy y le dijo: "No importa lo que piensen los demás. Lo importante es nuestra felicidad juntas".

Eso hizo que Amy se diera cuenta de algo muy importante: no debía preocuparse tanto por lo que pensaran los demás sino hacer lo que la hacía feliz junto con alguien tan especial como Joan. Finalmente, Amy aceptó a Joan como su novia y juntas se sintieron más felices que nunca.

Aprendieron que lo importante es ser fiel a uno mismo y no dejarse influenciar por las opiniones de los demás.

Si alguna vez te sientes diferente o incomprendido, recuerda la historia de Amy y Joan: siempre habrá alguien que te quiera tal como eres.

FIN.

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