Panchito y la amistad en Valle Alegre
Había una vez en un hermoso pueblo llamado Valle Alegre, donde vivía la tía Juana, una mujer amable y cariñosa que siempre estaba dispuesta a hacer feliz a sus sobrinos.
Un día, la tía Juana decidió sorprender a los más pequeños de la familia con un regalo muy especial: un pollito muy pequeño y super tierno. El pollito era de un color amarillo brillante y tenía unos ojitos negros que miraban con curiosidad todo a su alrededor.
Los niños se emocionaron muchísimo al verlo y no podían creer lo adorable que era su nueva mascota. Desde el primer momento, el pollito se ganó el corazón de todos con su dulzura y simpatía.
Lo llamaron Panchito, y se convirtió en el centro de atención de la casa. La tía Juana les enseñó a los niños cómo cuidar al pequeño pollito, dándole comida especial y agua fresca todos los días.
Panchito creció feliz y saludable bajo el cuidado amoroso de la tía Juana y sus sobrinos. Les alegraba las mañanas con su canto alegre y sus travesuras por el jardín. Pero un día, algo inesperado sucedió: Panchito desapareció misteriosamente.
Los niños estaban muy preocupados por su querido pollito y buscaron por todas partes sin éxito. Hasta que finalmente, escucharon un leve piar proveniente del granero del vecino Don Manuel.
Corrieron hacia allí emocionados y al abrir la puerta encontraron a Panchito rodeado de otros animalitos del lugar. - ¡Panchito! ¡Estás aquí! -exclamaron los niños emocionados. El pequeño pollito corrió hacia ellos dando saltitos de alegría.
Resulta que había decidido explorar más allá del jardín y había encontrado nuevos amigos en el granero de Don Manuel. Los niños comprendieron entonces que Panchito también necesitaba socializar con otros animales para ser completamente feliz.
A partir de ese día, Panchito seguía siendo parte de la familia pero también pasaba tiempo jugando con sus amigos del granero. La tía Juana les enseñó a los niños lo importante que es respetar la libertad de cada ser vivo para ser verdaderamente felices.
Y así, Panchito vivió muchas aventuras junto a sus amigos mientras seguía siendo el consentido de la familia gracias al amor incondicional de la tía Juana y sus queridos sobrinos. Y colorín colorado, este cuento del pollito tierno ha terminado.
FIN.