Pancho, el héroe del bosque



Había una vez en un bosque encantado, un conejito muy valiente llamado Pancho. A diferencia de los demás conejos que vivían en el bosque, Pancho no le temía a nada.

Ni siquiera al ruido de los truenos o a las sombras de la noche. Un día, mientras Pancho exploraba el bosque, escuchó unos gritos desesperados provenientes del otro lado del río.

Sin dudarlo ni un segundo, se zambulló en el agua y nadó con todas sus fuerzas hasta llegar a la orilla opuesta. Allí se encontró con una ardillita atrapada en lo alto de un árbol, asustada y sin poder bajar.

Pancho no lo pensó dos veces y empezó a trepar por el árbol con destreza hasta alcanzar a la ardillita. Con mucho cuidado y valentía, la ayudó a bajar sana y salva. La ardillita, muy agradecida, le dijo: "¡Muchas gracias, Pancho! Eres el conejito más valiente que he conocido".

Pancho sonrió orgulloso y respondió: "-No hay de qué, siempre es importante ayudar a quienes lo necesitan". Desde ese día, Pancho se convirtió en el héroe del bosque.

Cada vez que algún animal necesitaba ayuda o se encontraba en peligro, él estaba allí para salvar el día. Un tarde soleada, mientras Pancho descansaba bajo la sombra de un roble centenario, llegó corriendo un pajarito muy alterado. "-Pancho! ¡Pancho! ¡El malvado zorro está atacando nuestra madriguera!", exclamó agitado.

Sin dudarlo ni un segundo, Pancho se puso de pie y dijo: "-Tranquilo amigo pájaro, yo me encargaré del zorro". Y así partió veloz hacia la madriguera donde se escuchaban los rugidos del temible zorro.

Con astucia e ingenio, Pancho logró engañar al zorro haciéndole creer que había más animales fuertes y valientes escondidos dentro de la madriguera. El zorro huyó despavorido y nunca más volvió a molestar al resto de los habitantes del bosque.

Desde ese día, todos los animales del bosque admiraron aún más a Pancho por su valentía y astucia para protegerlos. Y aunque ya era conocido como el conejito más valiente del lugar, él seguía siendo humilde y amable con todos.

Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda siempre ser valiente como Pancho y estar dispuesto a ayudar al prójimo cuando lo necesite.

FIN.

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