Pancho y el equipo solidario de Villa Feliz


Había una vez en el bosque encantado de Villa Feliz, un conejito llamado Pancho. Pancho era muy travieso y le encantaba jugar todo el día con sus amigos animales: el zorro Tito, la ardilla Lola y el pajarito Pepe.

Un día, mientras jugaban cerca del río, escucharon unos gritos de auxilio. Era la tortuga Matilda que se había caído al agua y no sabía nadar.

Todos los animalitos se miraron preocupados, excepto Pancho que pensó en una travesura para salvar a su amiga. - ¡Tranquila Matilda! -gritó Pancho desde la orilla- ¡Ya sé qué hacer! Pancho corrió hacia el árbol más alto del bosque y agarró una liana.

Con valentía y destreza, se deslizó por ella hasta llegar donde estaba Matilda. Con mucho esfuerzo, logró empujarla hasta la orilla sana y salva. - ¡Gracias Pancho! -dijo Matilda emocionada- ¡Eres un héroe! Pancho sonrió orgulloso pero en su interior sintió algo diferente.

Había descubierto lo importante que era ayudar a los demás sin pensar solo en divertirse. Desde ese día, Pancho cambió su actitud traviesa por una más solidaria. Siempre estaba dispuesto a tender una pata (o una oreja) a quien lo necesitara.

Sus amigos notaron este cambio y juntos formaron un equipo imparable de ayuda mutua en Villa Feliz. Y así, entre risas y aventuras, Pancho aprendió que ser bueno con los demás traía mucha más felicidad que cualquier travesura egoísta.

Y colorín colorado, este cuento corto de valores ha terminado.

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